Prohibir los narcocorridos, ¿es posible en México?, ¿sería realmente útil?

Prohibir los narcocorridos, ¿es posible en México?, ¿sería realmente útil?

Foto: FreePik

Desde hace algunos años, en México se popularizó uno de los géneros que también se hizo presente en casi todo el mundo: los corridos tumbados. Con su creciente fama les han llegado críticas desde todos los frentes, ya que hay quienes señalan al género y a sus exponentes de ser misóginos y hacer apología al delito, por lo que incluso han llegado a pedir censura ante el panorama de inseguridad de México.

 

En lo más reciente, durante el programa matutino del periodista Ciro Gómez Leyva el 11 de enero, el senador Germán Martínez hizo una crítica al cantante Peso Pluma, uno de los exponentes de los corridos tumbados. El legislador aseguró que no debemos aceptar y normalizar la narcocultura, que exalta a los narcotraficantes y hace de las mujeres y su sexualidad un objeto de consumo.

 

Aunado a esto, también hubo peticiones para que el mexicano, cuyo nombre real es Hassan Emilio Kabande Laija, no se presentara en el festival Viña del Mar, Chile, precisamente bajo los mismos argumentos. Finalmente, sí cantará en el festival, pero los señalamientos no cesan al tratarse de un acontecimiento que, en parte, se financia con recursos públicos.

 

Y es que con el auge de esta música las críticas y peticiones de censura no han sido pocas, pues hay quienes consideran que no debe darse lugar a las canciones que romantizan y enaltecen la vida criminal; sin embargo, esto ya ocurría antes, con los corridos convencionales y las series que retratan la vida de los grandes capos de la droga, como “Narcos”, “El señor de los cielos”, “La reina del sur” o “El Chema”.

 

 

En algunos lugares y momentos inclusive se han hecho leyes y prohibiciones ante este género, señalando a algunos artistas en particular. Por ejemplo, en 2014 el cabildo de Cuernavaca restringió la presentación de Alfredo Ríos, mejor conocido como “El Komander”, en la feria del municipio, a petición del gobierno de Graco Ramírez.

 

Por otra parte, el 27 de julio de 2023, el cabildo de Chihuahua aprobó una propuesta enviada por la regidora Patricia Ulate, para reformar el Reglamento del Sistema de Justicia Cívica y el Reglamento de Diversiones y Espectáculos Públicos. Con esto, se prohibieron los contenidos audiovisuales que contengan violencia de género o hicieran apología al delito.

 

Ello dio pie a que se censuraran todos los espectáculos públicos masivos en los que se tocara este tipo de contenidos, no sólo los corridos, sino también el reggaeton. La sanción máxima alcanza una multa de hasta 12,000 veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA), equivalente a más de 1.2 millones de pesos. Con este sustento fue que multaron al cantante de corridos Natanael Cano el pasado 23 de septiembre, pues hizo una presentación en el municipio.

 

De igual forma, el cabildo de Tijuana aprobó una reforma similar en noviembre del 2023, para así evitar los espectáculos públicos en los que se toquen corridos, imponiendo multas de más de un millón de pesos a quienes no acaten esta normativa. El 12 de septiembre, en Tijuana, se canceló un concierto de Peso Pluma y Fuerza Regida luego de que se encontraran mensajes con amenazas de muerte, presuntamente hechas por grupos del crimen organizado.

 

¿Qué dice la Constitución sobre la censura?

 

Si bien los legisladores de algunas entidades o municipios se han empeñado en censurar este género, la realidad es que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos no da pie a la censura. Es en el artículo 7 de la carta magna donde se detalla que no se puede violar el derecho a la libre difusión de ideas por cualquier medio para imponer censura.

 

En dicho artículo se lee que “es inviolable la libertad de difundir opiniones, información e ideas, a través de cualquier medio. No se puede restringir este derecho por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares, de papel para periódicos, de frecuencias radioeléctricas o de enseres y aparatos usados en la difusión de información o por cualesquiera otros medios y tecnologías de la información y comunicación encaminados a impedir la transmisión y circulación de ideas y opiniones”.

 

Asimismo, se hace énfasis en que ninguna ley o autoridad está facultada para dictar medidas de censura o para coartar la libertad de expresión. Este apartado también sostiene que bajo ninguna circunstancia podrán confiscar los bienes utilizados para la difusión de información, opiniones e ideas, como instrumento del delito.

 

El argumento más recurrente que usan los promotores de la censura con este género musical o con sus parecidos, como las series y películas, es que en un país como México, donde el crimen organizado tiene tanta fuerza y repercusiones, la apología al delito fomenta y enaltece este tipo de conductas, haciéndolas ver como algo normal.

 

No obstante, la prohibición de estos contenidos está lejos de ser una solución real a los problemas de inseguridad que atraviesa el país. En México, ya se han dado casos de contenidos que han sido prohibidos, no sólo los corridos tumbados, sino los de otro tipo, como los del citado Komander, pero eso no ha ayudado a acabar con los problemas de inseguridad, ya que atañe a otras instancias que nada tienen que ver con la música.

 

Artistas como Juanes se han pronunciado en contra de la censura a los corridos, bajo el argumento de que al final es sólo una forma más de arte y expresión que no está directamente implicada con que alguien mate a una persona.

 

De igual forma, especialistas en temas de seguridad y vías alternativas de paz, como la activista Paola Zavala Saeb, han señalado que si bien este tipo de música y artistas están basados en estereotipos de violencia, son un reflejo de la sociedad en la que vivimos, es decir, una consecuencia y no la causa de la violencia.

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