Un estudio llevado a cabo por investigadores británicos y noruegos, y publicado en la revista Lancet Microbe, pone a prueba la creencia de que el abuso de antibióticos es la única causa de la resistencia a los mismos en infecciones. Esta investigación analizó el impacto del uso de antibióticos en la resistencia durante las últimas dos décadas en el Reino Unido y Noruega.
La resistencia a los antibióticos puede tener consecuencias graves y es asociada con el abuso de medicamentos. La bacteria Escherichia coli (E. coli) es conocida por causar resistencia, por lo que el estudio se centró en entender la relación entre el uso de antibióticos y la propagación de “superbacterias”.
Los resultados muestran que el éxito de los genes de resistencia depende también de la composición genética de las bacterias portadoras y esta composición puede variar según el entorno. Se compararon más de 700 nuevas muestras de sangre con alrededor de 5,000 muestras bacterianas genéticamente secuenciadas, revelando que el uso diferencial de ciertos tipos de antibióticos afecta la incidencia de infecciones por cepas específicas de E. coli multirresistentes.
Aunque se utilizaban más betalactámicos no penicilánicos en el Reino Unido que en Noruega, el análisis no mostró mayores niveles de resistencia en el Reino Unido para cepas comunes de E. coli. Esto quiere decir que la resistencia no puede generalizarse simplemente por el uso de un tipo de antibiótico y que otros factores, como la composición genética, desempeñan un papel importante.
Finalmente, los investigadores enfatizaron la necesidad de continuar investigando para comprender completamente los factores que impulsan la resistencia antibiótica en diferentes entornos.