“Lady Aurrerá”, el caso que expuso la problemática de los farderos

“Lady Aurrerá”, el caso que expuso la problemática de los farderos

Foto: FreePik y Enfoque

Un video se hizo viral en las redes sociales, donde se observa a una mujer que fue acusada de ser fardera en una sucursal de Bodega Aurrerá en el Bulevar Las Torres, de la ciudad de Puebla.

 

La mujer, que fue apodada como "Lady Aurrerá", reaccionó de forma violenta y se quitó la ropa para demostrar que no había robado nada.

 

 

El hecho causó indignación, burlas y polémica entre los internautas, pero también puso en evidencia una problemática que afecta a los comercios y a la sociedad: el robo hormiga o farderismo.

 

El farderismo consiste en sustraer mercancía de los establecimientos comerciales, introduciéndola en la ropa, el bolso o cualquier otro objeto personal.

 

Se trata de un delito que se comete con frecuencia y que genera pérdidas millonarias para los comerciantes, además de incrementar los precios de los productos y afectar la economía de los consumidores.

 

Según datos de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), el robo hormiga representa el 1.5 % de las ventas totales de sus afiliados, lo que equivale a unos 15,000 millones de pesos al año.

 

En Puebla, se estima que el farderismo ocasiona pérdidas de hasta 300 millones de pesos anuales para el sector comercio, principalmente en tiendas de conveniencia y supermercados.

 

Los artículos más robados por los farderos son los cosméticos, productos de higiene personal, medicamentos, alimentos, bebidas alcohólicas y pequeños electrónicos.

 

Los farderos suelen actuar solos o en grupos, aprovechando las horas de mayor afluencia de clientes, las zonas con poca vigilancia o las distracciones del personal.

 

Algunos utilizan técnicas como el uso de imanes, bolsas forradas con papel aluminio o ropa holgada para ocultar la mercancía.

 

El farderismo es considerado un delito menor, que se sanciona con una multa o con una pena de prisión que va de seis meses a dos años, según el Código Penal.

 

Sin embargo, en la mayoría de los casos, los farderos no son denunciados ni detenidos, debido a la falta de pruebas, la negligencia de las autoridades, el temor a represalias o la corrupción.

 

Ante esta situación, los comerciantes han implementado medidas de prevención y seguridad, como la instalación de cámaras, alarmas, sensores, etiquetas electrónicas, arcos detectores o espejos.

 

También han capacitado a su personal para identificar y detener a los sospechosos, respetando sus derechos humanos y siguiendo los protocolos legales.

 

Sin embargo, estas acciones no son suficientes para erradicar el farderismo, que es un fenómeno complejo, que tiene que ver con factores sociales, económicos, culturales y psicológicos.

 

Por ello, se requiere de una mayor conciencia y responsabilidad de los ciudadanos, así como de una mayor coordinación y eficacia de las autoridades, para combatir este delito que daña a todos.

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