Ante la situación económica actual han surgido nuevas vías de financiación alternativa, como el crowfunding o el crowdlenfing. Pues, para los emprendedores es difícil conseguir inversiones, provocando el abandono de sus ideas, esto ha dado paso al bootstrapping.
Cuando se habla de Bootstratping se hace referencia a empresas que fueron creadas sin una abundancia de recursos económicos. Lo cual puede ser una tarea sencilla si se tiene conocimientos en finanzas. Así, bajo este sistema es importante recordar que el cliente es el motor del negocio. Pues este se podrá desarrollar y mejorar, siempre y cuando se logre tener el respaldo de los clientes, propiciando una expansión.
El término bootstrapping se puso de moda en Estados Unidos después de una crisis económica mundial. Cuando muchos emprendedores tuvieron que crear su negocio poco a poco, sin acudir a una financiación externa, asegurando el control total de su empresa.
Referente a esto es importante mencionar que con el bootstrapping las personas confían en sus ahorros personales, las operaciones ajustadas, rotación de inventario y un poco de efectivo para tener éxito. De esta forma, las empresas reciben pedidos anticipados de su producto y usan los fondos generados a partir de los pedidos para construir y entregar el producto.
Algunas ventajas del bootstrapping son:
- Alternativa a la dificultad de acceso a la financiación externa.
- No se depende de terceras personas
- Se podrá ir descubriendo si realmente se están solventando una necesidad y qué línea de negocio se debe seguir para atraer a más clientes.
- Al no disponer de muchos recursos, las personas se centralizan en lo prioritario y no en gastar.
- Con pocos recursos, se tendrá que innovar para conseguir lo mismo que se lograría si hubiera más capital.
Pero antes de incursionar al bootstrapping es importante señalar que este proceso tiene tres etapas: principiante, financiada por el cliente y de crédito. Al cumplir estas tres, el emprendedor podrá desarrollar exitosamente su negocio y al ritmo que lo necesite.
En la etapa de principiante el emprendedor monta su empresa con algo de dinero ahorrado o prestado. Por su parte, en la etapa financiada por el cliente, se usa el dinero de los clientes para mantener el negocio. Finalmente, en la etapa del crédito, el empresario se centra en actividades específicas y es ahí donde la empresa obtiene préstamos o busca capital de riesgos para su expansión. (Notipress)