Las marcadas diferencias entre plagiar una tesis en México y en el resto del mundo

Las marcadas diferencias entre plagiar una tesis en México y en el resto del mundo

Foto: FreePik

El tema del plagio en las tesis académicas ha vuelto a cobrar relevancia en México, luego de que se acusara a la fiscal de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, de haber copiado parte de su trabajo de licenciatura en Derecho por la UNAM, sin dar el crédito correspondiente a los autores originales.

 

La funcionaria negó las imputaciones y las calificó como "infundios, mentiras y calumnias" de "grupos de derecha" para dañar su imagen; sin embargo, este no es el primer caso de supuesto plagio en las tesis que involucra a personajes públicos en México.

 

En 2016, se reveló que el expresidente Enrique Peña Nieto había plagiado casi el 30 % de su tesis de licenciatura en Derecho por la Universidad Panamericana.

 

El entonces mandatario reconoció que había cometido "errores de estilo" y ofreció una disculpa pública, pero no hubo ninguna sanción legal ni académica por su conducta.

 

También un caso reciente fue el de la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Yasmín Esquivel Mossa, quien fue acusada de plagio de su tesis en la UNAM, por lo que hubo un largo estira y afloja legal que involucró a la máxima casa de estudios.

 

 

Lejos de aclarar lo ocurrido, la ministra negó las acusaciones, pero después se amparó para frenar las investigaciones, situación que ha tenido el caso enfrascado, pero no ha impedido que ella siga formando parte activa de la SCJN.

 

¿Qué pasa en otros países?

 

México no es el único país donde el plagio en las tesis ha causado escándalos y controversias, ya que, en otras partes del mundo, políticos, académicos y personalidades han sido señalados por haber incurrido en esta falta ética e intelectual, con consecuencias que van desde la pérdida del título hasta la renuncia al cargo.

 

Un caso reciente es el de la rectora de la Universidad de Harvard, Claudine Gay, quien presentó su dimisión apenas seis meses después de asumir el cargo, tras una dura polémica por antisemitismo en los campus y acusaciones de plagio en sus obras académicas.

 

 

Según una investigación del Instituto Brookings, siete de sus 17 trabajos publicados contenían pasajes supuestamente plagiados de otros autores.

 

Otro ejemplo es el del expresidente de Hungría, Pal Schmitt, quien renunció en 2012 después de que se le retirara su título de doctor por haber plagiado más del 90 % de su tesis sobre los Juegos Olímpicos.

 

Schmitt alegó que había actuado de buena fe y que su tesis era solo una traducción de un trabajo francés, pero la presión política y social lo obligó a dejar el poder.

 

En Alemania, dos exministros tuvieron que dimitir por casos de plagio en sus tesis doctorales.

 

El primero fue Karl Theodor zu Guttenberg, quien en 2011 renunció como secretario de Defensa tras admitir que había copiado partes de su trabajo sobre derecho constitucional.

 

El segundo fue Annette Schavan, quien en 2013 dejó el cargo de ministra de Educación e Investigación después de que se le revocara su título de doctora por haber plagiado su tesis sobre filosofía.

 

Estos casos muestran que el plagio en las tesis es un problema que no distingue fronteras ni ideologías, y que tiene implicaciones legales, académicas y sociales.

 

En algunos países, como México, las sanciones son pocas o nulas, lo que genera impunidad y desconfianza en el sistema educativo.

 

En otros, como Estados Unidos, Hungría o Alemania, las consecuencias son más severas y pueden afectar la reputación y la carrera de los involucrados.

 

Lo cierto es que el plagio en las tesis es una falta grave que atenta contra la honestidad, el rigor y la calidad de la investigación científica y académica.

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