En una sorprendente operación, el poderoso narcotraficante mexicano Joaquín Guzmán Loera, mejor conocido como “el Chapo”, concretó su fuga de la cárcel de máxima seguridad en la que estaba preso en Estados Unidos. Demostrando los principios del “humanismo mexicano”, el embajador de México en EU ofreció al narcotraficante asilo en la oficina mexicana.
La prisión de máxima seguridad ADX Florence, en Colorado, vio un despliegue del ingenio mexicano cuando un comando armado, identificado como una célula del Cártel de Sinaloa, se dio a la tarea de liberar a su líder moral, “el Chapo” Guzmán. El grupo armado replegó a las fuerzas estadounidenses, dejando en claro que la supuesta cárcel más segura del mundo tenía más deficiencias que un penal del Estado de México.
Recordar que Joaquín Guzmán Loera, de 66 años, cumple una condena de cadena perpetua por delitos como crimen organizado, tráfico de sustancias ilícitas, lavado de dinero, conspiración y delitos contra la salud, esto último debido a que en años recientes los clientes norteamericanos presentaron múltiples denuncias ante la Profeco debido a las resacas que les provocaron los productos del “Chapo”; hasta el momento se niegan a dejar de consumirlos.
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Como era de esperarse, el delincuente se convirtió en el principal objetivo de la policía de Estados Unidos, aunque ninguna de estas corporaciones contaba con la ayuda que el delincuente recibiría por parte de las autoridades mexicanas. El embajador mexicano, Hassan Emilio Kabande Laija, se pronunció directamente con el presidente Joe Biden, para pedir que se detuvieran las órdenes de aprehensión contra Guzmán Loera, al mismo tiempo de que recitó los valores del humanismo mexicano.
Kabande Laija pidió al presidente Joe Biden y a la vicepresidenta Kamala Harris tener consideraciones especiales con Guzmán Loera, ya que en México las personas como él reciben un trato especial, pues al final del día, son seres humanos que se merecen todo el respeto. Añadió que la política de “abrazos, no balazos”, debería empezar a practicarse más en su país, a fin de terminar con la persecución a delincuentes mexicanos.
“Nos pronunciamos en contra de la reaprehensión del señor, don Joaquín Guzmán Loera, ya que para el presidente es una persona de todos sus respetos. Además, ¿qué no saben en qué fechas estamos? Al menos permítanle pasar las fiestas en paz en su casa”, dijo el embajador.
En este sentido, Hassan Emilio hizo una solicitud formal firmada por el presidente López Obrador para que se deje en libertad a Ovidio Guzmán López para antes del 31 de diciembre, esto para que pueda pasar el año nuevo con su gente. Asimismo, dijo que, de ser posible, le den la oportunidad de pasar el día de reyes y partir la rosca en compañía de sus seres queridos.
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Naturalmente, la situación derivó en una crisis diplomática que orilló a Estados Unidos, en primer lugar, a incrementar al doble la deuda de México. Acto seguido, el gobierno encabezado por Joe Biden advirtió que, de no entregar a “el Chapo” antes del convivio de fin de año de la Casa Blanca, enviará a sus tropas a dar clases de democracia y libertad a los mexicanos, y ya de paso a embargar todo el litio del que dispone nuestro país.
Mientras tanto, Joaquín Guzmán Loera está descansando en la embajada mexicana en Estados Unidos, donde Hassan Emilio Kabande Laija puso a su disposición a todo el personal para alimentarlo, servicio a su habitación y donde recibe visitas de sus familiares. Fuentes extraoficiales relataron a este medio que “el Chapo” está en proceso de escribir sus memorias para una narcoserie oficial que se transmitirá en pequeños capítulos cada semana en la mañanera presidencial.
Afortunadamente, esta es una noticia con motivo del 28 de diciembre. ¡Inocente palomita, que te dejaste engañar!
