En la fábrica de Tesla en Texas, Estados Unidos, un ingeniero de la empresa fue atacado por un robot que sufrió una avería. El incidente ocurrió cuando un trabajador fue herido por una máquina diseñada para agarrar y mover piezas de aluminio recién fundidas para automóviles. El robot inmovilizó al hombre, hundiéndole sus pinzas metálicas en la espalda y un brazo, causando una "herida abierta" en la mano izquierda del trabajador.
El informe sobre lesiones fue presentado por la compañía en 2021 ante reguladores federales estadounidenses. Sin embargo, la abogada Hannah Alexander, que representa a empleados de la planta, señaló que la cantidad de lesiones podría ser menor a la declarada por Tesla, y que la falta de transparencia incluye la muerte de un trabajador en septiembre de 2021.
Esta revelación se suma a las preocupaciones sobre la seguridad y las condiciones laborales en las fábricas de Tesla, lo que destaca la importancia de abordar adecuadamente los riesgos asociados con la automatización y la interacción humano-máquina en entornos industriales
