Cientos de activistas tomaron este viernes las calles de la capital francesa para protestar contra la polémica ley impulsada por el ministro del Interior, Gerald Darmanin, que facilita la deportación de los inmigrantes.
Los manifestantes marcharon con carteles que decían "No a la Ley Darmanin: ¡legalización para todos! ¡Nadie será ilegal", "Todos somos hijos de inmigrantes", "Solidaridad contra el racismo" y otros.
Las asociaciones de defensa de los refugiados convocaron el acto. Los mencionados organismos llamaron a aumentar la presión al Gobierno del presidente Emmanuel Macron y salir a protestar en todo el país.
Las marchas de la solidaridad también se planean en Rennes, Marsella, Lyon, Toulouse, Brest y otras ciudades.
Las asociaciones llaman además a los sindicatos a unirse a las protestas y movilizarse "contra el racismo y el fascismo".
El día anterior, la secretaria general de la Confederación General del Trabajo (CGT), Sophie Binet, convocó a un acto de desobediencia civil en protesta por la ley que busca impedir la llegada de los refugiados.
Esta semana el Legislativo francés avaló la "ley Darmanin" pese a que algunas de sus cláusulas podrían ser anticonstitucionales, según lo reconoció la primera ministra Elisabeth Borne.
La polémica ley ha generado fuertes protestas entre los políticos del país y divisiones en el Gobierno. El ministro de Sanidad, Aurelien Rousseau, renunció por la controvertida normativa, varias regiones anunciaron que no aplicarán la 'ley Darmanin'.
La nueva ley de asilo y migración contempla varias medidas para fortalecer la deportación de inmigrantes irregulares.
El texto permite legalizar la estancia a aquellos extranjeros que pueden encontrar trabajo en un sector donde no hay suficientes empleados franceses.
Darmanin también quiere endurecer las reglas de estancia en Francia con una visa familiar y obligar a rendir un examen de francés a los vienen al país con el propósito de reunificación familiar.
