Hace poco más de tres años, en diciembre del 2020, salió al mundo la primera vacuna contra el covid-19 creada por el laboratorio Pfizer-BioNTech; fue una de las más demandadas por su alta eficacia. Hoy que la pandemia no representa el mismo nivel de emergencia, en México por fin están a la venta las vacunas y precisamente es la de Pfizer la más solicitada, a pesar de que hay otras gratuitas.
El 20 de diciembre las farmacias como Benavides, Farmacias Guadalajara, San Pablo, Farmacias del Ahorro, entre otras, pusieron a la venta las vacunas de las marcas Pfizer y Moderna, con precios que van de los 850 a más de 900 pesos por dosis. Si bien no son completamente accesibles, son marcas que han sido las preferidas sobre las que da el gobierno, principalmente la Abdala, de Cuba.
Y es que desde que se supo de su llegada a México, la vacuna Abdala fue una de las más cuestionadas, en primer lugar porque carece de certificación por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunado a la dudosa efectividad contra el virus. Ahora con la opción de comprar vacunas de mayor reconocimiento, hay quienes las prefieren sobre las que ofrece el gobierno.
¿A qué se debe?
La vacuna Abdala desarrollada por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología del Ministerio de Salud Pública de Cuba llegó a México el 25 de noviembre del 2022 con más de 4 millones de dosis, aunque en ese momento solo fue aprobada por la Cofepris para uso de emergencia, pues no tenía el aval de la OMS. A más de un año, la situación de la vacuna no ha cambiado, ya que todavía no está en la lista de los 11 biológicos que recomienda la OMS, por lo que no se aplica en países más desarrollados.
Por el contrario, el fármaco cubano sólo se suministra en países como Cuba, San Vicente, Venezuela, Vietnam y Nicaragua, donde los sistemas de salud presentan más rezago. En contraste, la vacuna de Pfizer recibió la certificación para uso de emergencia de la OMS desde los primeros días del 2021 y gracias a ello se aplica en más de 100 países de todo el mundo.
Luego está también el factor de la efectividad y las actualizaciones que las vacunas requieren para seguir protegiendo contra las nuevas variantes del virus. A pesar de que el fármaco cubano no cuenta con la certificación, se sabe que es efectiva hasta en un 92.28 % para prevenir la enfermedad sintomática y está cerca del 100 % de la efectividad para evitar la muerte, de acuerdo con las pautas establecidas por la propia OMS.
En tanto, la de Pfizer de ARn mensajero tiene un 95 % de efectividad para prevenir la enfermedad y se mantiene con altos niveles de protección después de seis meses de aplicar la última dosis. Asimismo, es hasta 75 % eficaz para evitar contagios y previene las muertes y complicaciones de salud en caso de contraer el virus.
Por si fuera poco, su seguridad se ha probado en casi todos los sectores de la población, ya que es efectiva tanto para adultos como para personas de la tercera edad. En México esta fue la única vacuna cuya aplicación se recomendó para inocular a menores de edad y embarazadas, además de que es segura para pacientes con diabetes y otros padecimientos previos.
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Finalmente, también están las actualizaciones que la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) autoriza para que las vacunas sean igual de efectivas contra las nuevas variantes y subvariantes del virus, tales como “Omicron” o la reciente “Pirola”.
El 18 de abril de este año, la FDA autorizó a Pfizer y Moderna hacer actualizaciones en sus fórmulas para que estas brinden mayor protección frente a las nuevas variantes del covid. Esta es la principal razón por la que hoy en día la vacuna Abdala ni siquiera está contemplada para la venta, ya que sigue siendo un fármaco ideado para la cepa original, no para las más nuevas.
En los hechos, por estos motivos hay especialistas que ni siquiera la recomiendan como un refuerzo, pues su fórmula se quedó desactualizada frente a las nuevas necesidades y retos que implica el covid.
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