El Tribunal de Apelación Penal del estado de Nueva Gales del Sur anuló las condenas de Kathleen Folbigg, quien pasó dos décadas en prisión por el presunto asesinato de sus cuatro hijos. Esta absolución se produjo después de una revisión del caso que reveló “dudas razonables” sobre su culpabilidad.
“Existe una duda razonable sobre la culpabilidad de la señora Folbigg, lo que justifica que cada una de las condenas, por tres cargos de asesinato y uno de homicidio involuntario, sean anuladas y que se dicten sentencias absolutorias”, aseguró el Tribunal.
La australiana de 56 años era conocida como “la peor asesina en serie” de Australia, y había sido condenada en 2003 a 40 años de prisión, reducida a 30 años en 2005. Sin embargo, mediante una investigación a cargo de la inmunóloga española Carola García de Vinuesa, se supo de sobre posibles fallos genéticos vinculados a los decesos.
???????? Australia: Kathleen Folbigg’s convictions for killing her four children quashed by NSW court.
— Aditya Rathore (@imAdityaRathore) December 14, 2023
She spent two decades behind bars.
The children Caleb, Patrick, Sarah and Laura died between 1989 & 1999 at ages ranging from 19 days to 18 months.#Australia #kathleenfolbigg pic.twitter.com/zDkZLzoT4q
La decisión del tribunal se basó en las conclusiones de la revisión del caso llevada a cabo por el exjuez Tom Bathurst, quien aseguró que existen “dudas razonables sobre la culpabilidad de Folbigg”. Las nuevas evidencias científicas y las entradas del diario de la acusada, que fueron usadas para incriminarla, fueron consideradas no fiables como admisiones de culpabilidad.
Kathleen Folbigg quedó en libertad desde junio después de ser indultada, y expresó su alivio: “El tiempo que ha llevado ver el resultado de hoy ha costado mucho a mucha gente”. Su defensa, ahora contempla la posibilidad de buscar una indemnización por el tiempo injustamente pasado en prisión.
El informe de 2020 que la inmunóloga García de Vinuesa sugirió que las muertes podrían deberse a causas genéticas. El caso se reabrió en 2021 gracias a una carta enviada por un grupo de científicos, incluidos dos premios Nobel, lo que llevó así la revisión que terminó en la liberación de Folbigg.
