Síndrome del niño hiperregalado: cuando los obsequios propician el egoísmo

Síndrome del niño hiperregalado: cuando los obsequios propician el egoísmo

Foto: Freepik

A pocos días de celebrar la Navidad y el Día de Reyes Magos, muchos padres se preparan para comprar los regalos que sus hijos han pedido en sus cartas.

 

Pero lo que parece una muestra de amor y generosidad puede convertirse en un problema educativo y social: el síndrome del niño hiperregalado.

 

¿De qué se trata este síndrome?

 

Se trata de un fenómeno que se produce cuando los niños reciben una cantidad excesiva de regalos, que supera sus necesidades y expectativas, provocando que los niños no valoren lo que tienen, pierdan la ilusión, se vuelvan caprichosos, egoístas e insatisfechos.

 

Según los expertos, las causas de este síndrome son el consumismo, la falta de tiempo y la culpa de los padres, además de que el consumismo es una tendencia social que promueve el deseo de poseer y adquirir bienes materiales, sin tener en cuenta su utilidad o calidad.

 

La falta de tiempo es una consecuencia de la vida acelerada y estresante que llevan muchos padres, que no pueden dedicar la atención y el afecto que sus hijos necesitan.

 

Se considera, por parte de los expertos, que la culpa es un sentimiento que surge cuando los padres sienten que no están cumpliendo con su rol y que intentan compensar con regalos.

 

¿Cuáles son las consecuencias negativas?

 

Los niños desarrollan baja tolerancia a la frustración, pues se acostumbran a obtener todo lo que quieren sin esfuerzo ni espera, lo que les impide aprender a aceptar y superar las dificultades, los límites y los obstáculos que se presentan en la vida.

 

Desarrollan falta de creatividad e imaginación, ya que los niños se aburren rápidamente de los juguetes que reciben y no saben cómo aprovecharlos para inventar juegos e historias, limitando su capacidad de crear, innovar y resolver problemas.

 

Los menores con exceso de obsequios pueden no aprender a apreciar el valor de las cosas, ni el esfuerzo y el trabajo que hay detrás de ellas y tampoco desarrollan la gratitud, el respeto, la solidaridad y la empatía hacia los demás.

 

Se cree que este síndrome hace que los niños se vuelvan dependientes de los objetos materiales para sentirse felices y seguros, afectando su autoestima, su autoconcepto y su autocontrol.

 

¿Cómo evitar el síndrome del niño hiperregalado?

 

Los expertos recomiendan que los padres fijen una cantidad de dinero y de regalos que puedan permitirse y que sean adecuados a la edad y los intereses de sus hijos.

 

También se puede pedir a los menores que hagan una lista de los regalos que les gustaría recibir y que elijan los más importantes o los que más ilusión les hacen, evitando el consumismo impulsivo y fomentando la reflexión y la decisión.

 

Los padres deben procurar que los regalos que les hacen a sus hijos tengan un valor educativo, que estimulen su aprendizaje, su creatividad y su desarrollo, incluso canjeando regalos por experiencias, como entradas para el cine, el teatro, el museo, el parque, entre otros.

 

Hay que aprovechar las fiestas para pasar más tiempo con los hijos y demostrarles amor y apoyo, ya que no hay mejor regalo que el tiempo de calidad y el cariño incondicional.

 

Hay que recalcar la importancia de que los padres eduquen a sus hijos en valores y principios como la gratitud, el respeto, la solidaridad y la empatía, además de enseñarles a cuidar y a compartir lo que tienen.

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