Un informe presentado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reveló que las autoridades talibanes en Afganistán están enviado a mujeres afganas a prisión bajo el pretexto de protegerlas de la violencia de género. El país, que antes contaba con 23 centros de protección para mujeres víctimas de violencia de género, ahora no tiene ninguno desde que el Talibán tomó el control en 2021.
El reporte indica que los funcionarios del gobierno talibán consideran que estos refugios son innecesarios o representan un concepto occidental, y en lugar de proporcionar un refugio seguro, las mujeres son enviadas a prisión si no tienen familiares varones seguros con quienes quedarse.
#DiaContralaViolenciadeGenero
— Afghan Women On The Run (@womenontherun21) November 25, 2022
431 días sin poder ir al colegio en #Afganistan
Ésto también es violencia de género pic.twitter.com/Zw18To2ERX
Además, las autoridades talibanas solicitaron a los parientes varones que se comprometan bajo juramento que no causarán daño a sus familiares mujeres, y solicitan a los ancianos locales que actúen como testigos de esta garantía. Según el informe de la ONU, las mujeres son encarceladas para su “protección”, una práctica que se ampara con el uso de cárceles para alojar a personas sin hogar o con problemas de drogadicción.
La situación de las mujeres en Afganistán empeoró desde que el Talibán regresó al poder en agosto de 2021. Las restricciones incluyen la prohibición de estudiar más allá de la educación primaria, la limitación de su presencia en espacios públicos y la imposición de un código de vestimenta. En julio, el Talibán ordenó el cierre de todos los salones de belleza, uno de los pocos lugares a los que las mujeres tenían acceso más allá de sus hogares.
This is how women are being forced to wear Burqa not just in Afghanistan, but in majority of lsIamic countries!
— Azzat Alsalem (@AzzatAlsaalem) December 10, 2023
But it’s still a choice!
pic.twitter.com/WvwARM7IFb
Finalmente, el informe también señaló que ya no hay presencia de mujeres en la judicatura ni en las fuerzas de seguridad, lo que limita aún más la capacidad de abordar y resolver los casos de violencia de género. Tras estas revelaciones, organizaciones de derechos humanos expresaron su preocupación por la creciente vulnerabilidad de las mujeres afganas y la falta de protecciones legales.