El escandalo mediático del día de ayer en nuestro país giró en torno a los resultados que se publicaron sobre la prueba PISA y la caída en el desempeño educativo que la oposición, como agoreros del desastre, no dudó en usar para golpear a la Cuarta Transformación, como siempre de forma canalla desinformaron a la población e incluso se atrevieron a responsabilizar el modelo de la “Nueva escuela mexicana” Aquí algunos datos para desmentirlos.
PISA es una prueba que se aplica a estudiantes de 15 años de edad que cursan el último año del nivel secundaria para medir competencias en matemáticas, lectura y ciencias. La primera vez que se aplicó fue en el año 2000 y desde entonces se realiza cada 3 años, excepto en 2021 que por motivos de la pandemia se recorrió hasta 2022: Participaron 81 países y se evaluaron a 690 mil estudiantes bajo un diseño muestral que garantiza representatividad estadística de cada país.
Desde su aparición PISA ha tenido severas críticas, principalmente, porque se trata de una prueba estandarizada que se aplica a todos los niños de cualquier país sin considerar las condiciones objetivas y subjetivas de cada sistema educativo, por tanto supone que todos los niños deberían desarrollar las mismas competencias al mismo tiempo. Aunque a lo largo del tiempo PISA ha incorporado información socioeconómica que revela las brechas entre países y al interior de cada país y que comprueba sistemáticamente que los estudiantes con bajos recursos tienen menor desempeño con respecto a los estudiantes con altos ingresos, los resultados no se corrigen estadísticamente y por tanto llevan a interpretaciones erroneas por muchas personas, entre ellos periodistas.
Los resultados recientes muestran la caída mundial más dramática desde que se aplica la prueba, ¿a qué se debe el deterioro? ¿cómo quedó evaluado nuestro país? Responderemos estas preguntas a la luz de los errores de análisis que se han repetido con mayor frecuencia:
Error 1: la “nueva escuela mexicana” es responsable de la caída
Los resultados publicados ayer, que fueron ocasión de atacar el nuevo modelo educativo, representan examenes aplicados en 2022 mientras que la nueva escuela inicia formalmente en 2023 con los nuevos libros de texto gratuito, por lo que lejos de culpar al nuevo modelo, los resultados comprueban que era necesario modificar el sistema educativo en su totalidad.
Error 2: la caída representa un retroceso de 10 años
Sí bien es cierto que los resultados de 2022 fueron menores a los obtenidos en 2012, la caída no se dio en un solo periodo, se trata de una disminución continua que se presentó en 2015 y 2018 (sexenios neoliberales). Además, la caída no es exclusiva de México; la tendencia es la misma en países europeos y en miembros de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico).
Error 3: México se encuentra en los ultimos lugares
Todos los países presentaron caídas alarmantes y México no fue la excepción, pero no registró el mayor retroceso. En la gráfica siguiente se muestran los 10 países que mayormente cayeron en Matemáticas más el comparativo con nuestro país. Se observa que la República Checa registró el mayor deterioro, sorpresivamente países como Japón, Noruega, Países Bajos y Alemania cayeron más que nuestro país. En lectura el país con la mayor caída fue Irlanda con -82 puntos PISA comparado con México que tuvo -4. Por su parte, en Ciencias fue la República Checa la que más bajó con -86 puntos PISA, nuestro país registró una variación de -9.
Elaboración propia con datos de PISA (OCDE)
Error 4: La caída se debe a la pandemia de COVID-19
Si bien la caída entre 2022 y 2018 fue la más profunda en toda la historia de PISA, como se ha dicho con anterioridad la tendencia decreciente inició mucho tiempo atrás, por lo que la pandemia sólo intensificó esa trayectoría sin ser la causa raíz. La media de la OCDE en matemáticas ha caído desde 2009, en lecturas y ciencias desde 2012. El rendimiento académico es multidimensional por lo que es dificil identificar a un solo responsable, se trata de un entramado donde participan autoridades escolares, profesores, padres de familia, gobierno y desde luego los alumnos.
Como hemos dicho, la pobreza afecta los niveles de aprendizaje, pero además las desigualdades múltiples como el acceso a la tecnología (estudiantes que usaron poco dispositivos móviles tuvieron desempeño más bajos que aquellos que lo usaron mayormente, sin embargo, estudiantes con un uso intensivo tuvieron mayores distractores), otros aspectos como el estrés, la ansiedad y el acoso también influyeron en los rendimientos.
Basta de mentiras y de análisis erróneos presentados intencionalmente para golpear las políticas educativas y a los actores educativos, principalmente a los profesores. Es urgente profundizar los cambios en los modelos educativos para que sean realmente transformadores.
*Profesor-Investigador Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores
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