El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, sorprendió al mundo al mostrar su lado más emotivo durante un discurso en el que instó a las mujeres de su país a tener más hijos para evitar el colapso de la población, al reconocer que su nación enfrenta una grave crisis demográfica que amenaza su futuro.
Según el estudio publicado en la revista The Lancet, Corea del Norte es uno de los 23 países que verán reducida a la mitad su población para el año 2100, debido a la baja tasa de fertilidad y al envejecimiento de la población.
De acuerdo con los datos del informe, se proyecta que Corea del Norte pasará de tener 25.5 millones de habitantes en 2017 a solo 12.6 millones en 2100, ya que la tasa de fertilidad en Corea del Norte es de 1.81 hijos por mujer, por debajo del nivel de reemplazo de 2.1.
Además, el país sufre una escasez crónica de alimentos, una alta mortalidad infantil y una fuerte emigración, especialmente hacia China y Corea del Sur, lo cual ha contribuido a la disminución de la población y al aumento de la proporción de ancianos.
Kim Jong-un, que ha gobernado el país desde 2011, ha expresado en varias ocasiones su preocupación por el problema demográfico y ha adoptado medidas para incentivar la natalidad, como aumentar las prestaciones sociales, ampliar las licencias de maternidad, construir más guarderías y mejorar la atención sanitaria a las embarazadas y los niños.
Kim Jung Un tearfully asks North Korean women to have children to increase country's falling birth rate.
— Eternal Glory (@EternalGlory0) December 5, 2023
East Asia is the region with the worst demographics on the planet, if they do not quickly find a solution by 2050 most countries in the region will lose half their population pic.twitter.com/Z15ocGb5ee
Sin embargo, estas medidas no parecen haber surtido el efecto deseado, ya que muchas mujeres norcoreanas prefieren posponer o renunciar a la maternidad por razones económicas, educativas o personales.
El llanto de Kim Jong-un contrasta con su imagen habitual de líder autoritario y desafiante, por lo que algunos analistas interpretan su gesto como una forma de acercarse a su pueblo y de mostrar su compromiso con el bienestar de la nación.
No obstante, otros expertos señalan que el líder norcoreano también quiere distraer la atención de la grave situación económica y sanitaria que atraviesa el país, agravada por la pandemia de covid-19, las sanciones internacionales y los desastres naturales.
¿Y el resto del mundo?
Corea del Norte no es el único país que enfrenta el desafío de la caída de la natalidad, pues según el mismo estudio de The Lancet, el mundo experimentará una transición demográfica sin precedentes en este siglo, que tendrá profundas consecuencias sociales, económicas y políticas.
Los datos muestran que la población mundial alcanzará su punto máximo en 2064 con 9,700 millones de personas, y luego disminuirá a 8,800 millones en 2100.
La tasa de fertilidad mundial ha caído de 4.7 hijos por mujer en 1950 a 2.4 en 2017, y se prevé que baje a 1.7 en 2100, esto principalmente al aumento de la educación, el trabajo y el acceso a los métodos anticonceptivos de las mujeres, el costo de la vida, la inestabilidad política, el cambio climático y la pandemia.
Algunos países, como Japón, Italia, España y China, verán reducir su población a más de la mitad, lo que supondrá un reto para el sostenimiento de sus sistemas de pensiones, salud y seguridad social, así como para el crecimiento económico y la innovación.
Otros países, como Nigeria, India y Estados Unidos, verán aumentar su población y su influencia geopolítica, pero también deberán enfrentar problemas de pobreza, desigualdad y presión ambiental.
Ante este escenario, los expertos recomiendan adoptar políticas que fomenten la natalidad, como el apoyo a las familias, la conciliación laboral, la igualdad de género y la inmigración.