La liposucción es un procedimiento estético para eliminar la grasa de ciertas áreas del cuerpo, el cual se ha popularizado en los últimos años, aunque esto no ha evitado que siga siendo una intervención relativamente costosa.
El procedimiento, que también es conocido como lipoescultura, no deja de ser una intervención quirúrgica, por lo cual su costo ronda entre los 50,000 y 70,000 en una clínica de prestigio, aunque también existen ofertas con precios que van desde los 30,000.
Uno de los ejemplos más claros es el Hospital Puebla, el cual en su página de internet ofrece un paquete de 73,000 para hacerse al paciente una liposucción, una abdominoplastia, una mamoplastia y todo el proceso de hospitalización.
¿Qué es una liposucción?
Coloquialmente la mayoría de las personas conoce la liposucción como la acción de retirar la grasa del abdomen con la finalidad de bajar de peso sin el sacrificio de hacer ejercicio o someterse a una mejor alimentación.
El procedimiento se encarga de extraer grasa acumulada, pero en la actualidad no solamente se centra en el abdomen, sino también en la papada, brazos, mamas, muslos, nalgas y hasta de los tobillos.
No se trata de un proceso ambulatorio, por lo cual requiere de anestesia local y se hace introduciendo el tejido adiposo en una cánula o jeringuilla especial, la cual a su vez está conectada a una máquina de vacío que se encarga de extraer la grasa de la zona indicada.
La liposucción es un procedimiento quirúrgico que puede durar de una a dos horas; sin embargo, el tiempo de recuperación en un hospital va de los dos a los tres días, ya que después de ella puede haber procesos de inflamación, dolor o sangrado.
¿Cuáles son los riesgos?
Con el avance de la ciencia médica se puede decir que la liposucción es más segura que hace 20 años, aunque no deja de ser un tratamiento quirúrgico, por lo tanto, siempre estará susceptible a situaciones de riesgo.
Los casos en los cuales una liposucción puede llegar a ser peligrosa o mortal son muy raros, pero generalmente derivan de antecedentes por problemas cardiacos, ya que estas personas son muy susceptibles a los sedantes.
Las personas con presión arterial alta, diabetes o reacciones alérgicas a los medicamentos también pueden tener un riesgo al momento de practicarse una intervención quirúrgica de este tipo.
La extracción desigual de grasa, conocida como asimetría, es otro de los riesgos que existe al momento de hacer una liposucción y generalmente está asociada con una mala práctica por parte del personal médico.
Además de esto, hay que tener en cuenta que el proceso de recuperación de una liposucción puede llegar a ser muy doloroso, ya que el paciente tendrá que pasar por un proceso de cicatrización, evitar infecciones, así como esperar a que su piel vaya acoplando se al nuevo nivel de grasa corporal.