Durante la carrera presidencial que hoy vive México, el partido Movimiento Ciudadano y una de sus más prominentes figuras, el gobernador de Nuevo León, Samuel García, parecían tener en la paciencia y la discreción una de sus mejores cartas. Todo eso se esfumó en las primeras horas de diciembre de 2023.
El partido que dirige a nivel nacional Dante Delgado, y que además de Nuevo León ostenta la gubernatura de Jalisco con Enrique Alfaro, maniobró a su tiempo revelar quién sería su abanderada o abanderado para las elecciones presidenciales mexicanas, que se celebrarán en el verano del año entrante.
Mientras que el oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y el opositor Frente Amplio por México apuraron hace semanas los nombramientos de sus candidatas, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, en el llamado partido naranja incluso se barajeó la posibilidad de abanderar al excanciller Marcelo Ebrard. Hasta que surgió como precandidato Samuel García.
Las cosas se complicaron para el joven regio por su actual cargo como mandatario de Nuevo León. Para poder contender por la presidencia de México debía al menos acumular medio año separado de sus funciones antes de figurar en la boleta electoral, plazo que se venció este 1 de diciembre.
García buscó solicitar licencia a la gubernatura neoleonesa y nombrar un mandatario interino. Pero parece ser que no calculó la oposición del congreso estatal, donde tienen mayoría en los escaños los partidos opositores a su gestión del Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN).
El caso, que parecía ser un trámite de inscripción de candidatura y solicitud licencia al cargo, no solo escaló hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sino que podría haber echado por tierra las aspiraciones presidenciales del joven.
Tengo un mensaje importante para ti: El nuevo Nuevo León continúa.
— Samuel García (@samuel_garcias) December 2, 2023
A partir de mañana toca seguir trabajando en otra trinchera para que a nuestro estado le vaya mejor. Porque si a México le va bien a Nuevo León también. pic.twitter.com/lTUNfzvtBn
Las cosas comenzaron a complicársele a García cuando su propuesta de mandatario interino fue rechazada por el poder legislativo neoleonés. El secretario general de gobierno de Nuevo León, Javier Navarro Velasco, fue la última propuesta de García para hacerse cargo del ejecutivo estatal.
El congreso, dominado por fuerzas políticas opositoras a Samuel García, demandó ante el máximo tribunal del país que se reconociera que la facultad de designar al mandatario interino recae sobre el legislativo. Mediante una controversia, hizo saber su inconformidad, la cual fue avalada por la Suprema Corte, según expresó el tribunal en un comunicado el 1 de diciembre.
Así, en contrasentido al respaldo para Navarro Velasco, el congreso neoleonés designó a Luis Enrique Orozco Suárez como mandatario interino, una decisión que el máximo tribunal de México ordenó respetar.
Además, la Suprema Corte llamó a toda autoridad a abstenerse de impulsar nuevos nombramientos o cambios en la designación de la gubernatura interina.
Mientras figuras de Movimiento Ciudadano, como Jorge Álvarez Máynez, acusaron al PRI y el PAN en el congreso de ejercer un golpismo, finalmente García emitió un acuerdo para anunciar que no contenderá por la presidencia de México, además de buscar revertir su licencia a la gubernatura de Nuevo León para retomar el cargo.
Pero las tensiones regionales no terminaron ahí, pues el poder legislativo ratificó la licencia del polémico mandatario; es decir, no reconoce su reincorporación al ejecutivo estatal.
Así, Movimiento Ciudadano encara un panorama donde el que parecía su mejor activo aparece descarrilado de la carrera presidencial, mientras se vaticina un prolongado enfrentamiento entre los poderes locales de la entidad, localizada en el noreste de México.