Agresividad, prepotencia e impunidad, los rasgos de los “juniors” en Puebla

Puebla volvió a ser noticia a nivel nacional, aunque en esta ocasión por las peores razones, ya que un joven residente de Lomas de Angelópolis golpeó brutalmente al guardia de seguridad encargado de la seguridad en el acceso. Este se ha vuelto un escenario recurrente en los últimos años, en el que un “junior” se siente intocable y saca su prepotencia para agredir o tratar de humillar a otra persona.

Los hechos ocurrieron la noche del 27 de noviembre, cuando el junior de Angelópolis, identificado como Patricio, bajó de su auto y golpeó al guardia de seguridad sólo porque falló la pluma de acceso al fraccionamiento y le pidieron identificarse para dejarlo entrar. Posteriormente se dio a conocer que Patricio era estudiante de la preparatoria de la Universidad Anáhuac, institución de la que fue suspendido temporalmente.

Lejos de aceptar su error, Patricio quiso que pareciera como si él fuera la víctima, acusando que lo habían golpeado primero y pidiendo que no lo grabaran por ser menor de edad. Por si fuera poco, también se burló del guardia, lo insultó y lo retó a una pelea, “te gustó tu putiza”, dijo al trabajador. Hoy la Fiscalía General del Estado (FGE) tiene una investigación abierta, pero algunos medios señalan que esa misma noche Patricio fue sacado de Angelópolis en un auto sin placas.

Puebla se ha destacado recientemente porque, además de Patricio, otros sujetos han brillado por su prepotencia y clasismo hacia otras personas. Prueba de ello son los padres del mismo junior, pues a pocas horas de que circulara el video principal, también se viralizaron contenidos en los que ellos eran los protagonistas.

La mamá de Patricio, de nombre Paola, fue captada mientras agredía a otra mujer en un café de la colonia La Paz, mientras que el papá, identificado como Carlos, también agredió a un guardia de seguridad en Angelópolis, dejándole la nariz rota. En ambos casos se mostraron con la misma prepotencia que su hijo, alegando su potencial económico y sin miedo a consecuencias legales.

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Otros casos de juniors

Un suceso similar en la entidad se dio también en la zona de Angelópolis, pues la madrugada del 10 de septiembre en la isla de la Estrella de Puebla, un joven de nombre Ernesto Calderón fue golpeado en repetidas ocasiones por siete hombres, estudiantes de la Universidad Anáhuac y el Tecnológico de Monterrey. En el video se ve cómo los agresores le pegan mientras está en el suelo sin poder defenderse, uno incluso propinándole una patada en la cabeza.

“Neto”, como le llamaban a la víctima, quedó tendido en el suelo mientras una mujer trataba de auxiliarlo y los agresores huían de la escena. En cuestión de horas se identificó a dos presuntos responsables, dos gemelos de nombre Luis y Francisco Romero, también alumnos de la Anáhuac, quienes se entregaron voluntariamente a la FGE el 25 de septiembre; no obstante, luego de pasar unos días presos, consiguieron seguir su proceso en libertad. Del resto de agresores no se supo más y continúan prófugos.

Otro escenario similar se dio el 14 de noviembre de este año, cuando un grupo de jóvenes en el centro de Atlixco golpearon, sin razón aparente, a una persona en situación de calle. El suceso quedó documentado y se conoció gracias a un video que se viralizó en redes sociales, y en este se ve cómo la víctima va caminando por la calle mientras un adolescente se acerca a él, para posteriormente derribarlo con una patada.

Dicho video está acompañado de las risas y burlas de los agresores, quienes lejos de mostrar alguna culpa por lo ocurrido, se burlan del indigente. Más allá de esto, el caso no tuvo repercusión real y se le perdió la pista, dejando impunes a los responsables.

Justamente un mes antes, el 14 de octubre, un estudiante de la UDAL apuñaló a uno de sus compañeros en lo que se consideró un acto de racismo. El presunto culpable, de nombre Salomón, interceptó a uno de sus compañeros cerca de su casa, donde le incrustó una navaja para luego huir del lugar.

Antes de que la situación llegara a tal punto, ya habían denunciado actos de discriminación por parte de Salomón hacia su víctima de origen afroamericano, Santiago Zayas. El resto del estudiantado pidió a las autoridades justicia por la agresión, pero trascendió que Salomón se había dado a la fuga.

En la mayoría de los casos han sido de agresiones graves, pero el 24 de noviembre del 2020 el hijo de un empresario constructor manejaba en estado de ebriedad un auto de lujo, un Mercedes E500, por lo que causó un accidente en la vía Atlixcáyotl. El conductor, de nombre Yamil, terminó por arrollar a un hombre, Juan Carlos, y no conforme con eso, lo arrastró por 50 metros en un intento de fugarse; la unidad ya contaba con 27 fotomultas por exceso de velocidad, todas en la zona de Angelópolis y la vía Atlixcáyotl.

Aunque en su momento Yamil fue detenido por las autoridades y en diciembre la FGE giró una orden de aprehensión, en febrero del 2021 obtuvo un amparo de un juez federal para que no se le detuviera. Desde ese entonces, Yamil está prófugo de la justicia, a pesar de que en su momento el gobernador Miguel Barbosa Huerta acompañó a los padres de Juan Carlos.

En 2016 un grupo de juniors también protagonizó otro escándalo, en aquella ocasión estudiantes de la UPAEP y de la UDLAP, quienes sin motivo aparente golpearon a varias mujeres, esto en un antro ubicado en la zona de Angelópolis. Una de las víctimas, Samantha Solís, publicó un vídeo en Facebook en el que relató como ella y sus cuatro amigas fueron agredidas por cinco hombres: Christian y Sebastián, hermanos, además de Kelly, Juan Carlos y Esteban.

A pesar de que las agresiones fueron presenciadas por trabajadores del lugar, ninguno intervino para ayudarlas, por lo que las agresiones se dieron hasta el estacionamiento, donde arribaron policías municipales de San Andrés Cholula. Como en la mayoría de estos casos, los agresores fueron detenidos en el momento, pero minutos más tardes fueron liberados por los propios elementos de seguridad.

¿Por qué ocurren este tipo de actos?

Desde hace años en nuestro país la violencia y la inseguridad han proliferado sin control, pero a diferencia de otras ocasiones, en las que esto se concentraba más en los grupos del crimen organizado, hoy en día la violencia se da entre los ciudadanos. A esto se agrega que la violencia entre los jóvenes, sin importar el estrato socioeconómico.

Parte de esto es provocado gracias a la descomposición social, pues en los últimos años los jóvenes están más expuestos a diferentes formas de violencia que se normalizan día con día. En los casos como los de estos jóvenes, algo que también los condiciona es su contexto social, pues en los casos citados la mayoría proviene de una posición acomodada, con el suficiente capital económico y social que podría ayudarlos a salir de problemas sin mayor inconveniente.

En este tipo de situaciones se habla de que parte del origen de este problema es la descomposición del primer tejido social: la familia; sin embargo, en casos puntuales como el de Patricio, ya desde ahí el núcleo presenta los mismos comportamientos de violencia y prepotencia. Esto es algo en lo que se ha hecho más énfasis, ya que estas conductas muchas veces son aprendidas desde el hogar y simplemente se replican en otros lugares.