En los cinco años que lleva la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, una de las áreas que más se le han cuestionado es la salud. Y es que la Cuarta Transformación ha fallado siempre en proveer este servicio a los ciudadanos, además de que una demanda constante es la falta de medicamentos en prácticamente todo el país.
Ante esto, hace unas semanas López anunció el establecimiento de una “megafarmacia” en la que, en teoría, se tendrán a disposición todos los medicamentos del mundo para garantizar el abastecimiento en México. Según el presidente, esta farmacia será la solución a la falta de medicamentos e iniciará funciones antes de que acabe el año, a partir del 30 de diciembre.
Sin embargo, muchas personas han cuestionado esta megaobra, en primer lugar porque el país enfrenta una seria problemática en la falta de medicamentos y, en segundo lugar, porque hasta el momento ha costado una gran cantidad de dinero. También están los cuestionamientos acerca de que en realidad ni siquiera sería rentable o estaría debidamente establecida en tan poco tiempo.
Pese a todas las críticas y señalamientos, el presidente ha defendido su obra, como lo ha hecho con otras, argumentando que incluso si no estuviera lista para la fecha anunciada, entraría en funciones a partir del 15 de enero. También ha minimizado el precio del edificio donde se ubicará la farmacia.
Se ubica en el Estado de México, en el municipio de Huehuetoca, en lo que una vez fue el depósito de una tienda departamental. Según el presidente, la magnitud de la bodega será equivalente a cinco veces el zócalo de la Ciudad de México y el costo por adquirirlas fue de 2,000 millones de pesos, más lo que se requiera para habilitarla y surtirla de los medicamentos necesarios.
Esta dependencia, cuyo nombre oficial será Centro Federal de Almacenamiento y Distribución de Insumos para la Salud (CEFEDIS) tendrá, en teoría, erradicar el gran problema de desabastecimiento que hay de medicamentos.
El gran almacén que la federación se ha encargado de anunciar aún tiene que afrontar otras vertientes como la logística para distribuirlas en los lugares de mayor necesidad o de difícil acceso, como las sierras y los municipios de alta y muy alta marginación.
En los últimos años, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), parte importante del sistema de salud en nuestro país, presenta un gran déficit en el abastecimiento de fármacos. En el 2021, el IMSS dejó de surtir un aproximado de 22’183,000 recetas, una cifra que se redujo en 2022 hasta las 15.2 millones de recetas, un número que sigue siendo alto considerando que en 2018, último año de la administración de Enrique Peña Nieto, no se surtieron 953,919 recetas.