Ya sea como una forma de tener un ingreso extra para casos de emergencia, o bien para empezar a generar un historial crediticio, las tarjetas de crédito son productos financieros muy útiles para casi todos. En este sentido, hay factores al momento de elegir, como son los diferentes planes, tasas de interés y otro factor que es fundamental para escoger una tarjeta: el pago de la anualidad.
Cómo su nombre lo dice, la anualidad es un cobro que se hace una vez al año y es el derecho de uso que da la posibilidad al cliente de tener la línea de crédito para comprar lo que desee dentro de su límite. Hoy en día muchas tarjetas han eliminado este requisito como algo fundamental de su servicio, pues ofrecen productos en los que la anualidad es algo opcional, mientras que otras aún lo tienen y con él vienen otros beneficios.
Esto incluso se establece en las normas para instituciones financieras, puntualmente en la Ley de Instituciones de Crédito, en la que el artículo 48 Bis 2 señala que toda institución que reciba depósitos de personas físicas deberá ofrecer un producto en el que no haga cobro por anualidad. Como todo activo, esto tiene sus respectivas ventajas y desventajas, ¿cuáles son?
Tarjetas sin anualidad
Las tarjetas de crédito sin anualidad son ideales para las personas que apenas se van iniciando en el ámbito financiero y quieren llevar pocos gastos con su primera tarjeta. Lo común es que este tipo de tarjetas tengan topes de crédito relativamente bajos, algo que ayuda a sólo usarla en situaciones necesarias, lo que a su vez genera un buen historial y no conlleva problemas al momento de hacer los pagos.
De igual manera, sirven para las personas que no contemplan grandes gastos y pueden liquidar sus montos cada mes, además de que tampoco son tarjetas que generen demasiadas comisiones, lo que permite llevar un buen control sobre las mensualidades. Este es el tipo de activos que usan los llamados “totaleros”, como se le conoce a las personas que cada mes liquidan completamente su adeudo.
Estas también dan la opción de que, si se pide un aumento en el crédito disponible, de aprobarse se aplicará al instante para su uso y esto se hace sin ningún costo; sin embargo, no todo son ventajas con estos activos, ya que por lo general tienen una tasa de intereses más alta que aquellas que sí cobran anualidad, algo que subiría los pagos a plazos fijos o en caso de no abonar en tiempo.
También dan menos opciones para hacer compras a meses sin intereses, una limitante al momento de comprar productos de un valor elevado. Por si fuera poco, también restringen otro tipo de beneficios como los programas de lealtad al cliente, ya sea porque dan pocas bonificaciones como cashback, puntos o descuentos en algunas tiendas.
En algunos casos, piden a los usuarios usar forzosamente cierto porcentaje mínimo de su saldo cada mes, algo que obliga a los usuarios a gastar dinero, incluso si no es algo que deseen.
Algunos ejemplos de los que en la actualidad no piden pago de anualidad son los siguientes: NU es la tarjeta que se puede solicitar desde una aplicación en el celular y sólo pide requisitos de identidad del usuario. Además de no cobrar anualidad, tampoco piden gasto mínimo obligatorio ni contratación de seguros, aunado a que se controla desde la aplicación, e incluso se puede bloquear en caso de pérdida. La mayor desventaja puede ser su CAT, que varía de 33.2 a 77.9 %.
Otra que no tiene pago anual es la tarjeta de crédito de Banregio MÁS, pues ofrece una tasa de interés baja con CAT de 26.3 %, y si refieres el servicio con amigos, te da bonificaciones hasta del 1 % de reembolso en sus compras anuales. También te da la oportunidad de elegir el día en que harás tus pagos y tampoco exige ingresos mínimos.
Por último, está la tarjeta de Santander Free, una que es ideal para “totaleros”, ya que su tasa de interés es de las más altas del mercado. Su CAT se encuentra en el 82.6 % más el cobro de IVA, lo que hace sumamente elevados los pagos si se hacen a plazos fijos. Para solicitarla se requiere comprobar ingresos de 7,500 pesos. Su mayor ventaja es que para retirar efectivo no cobra ninguna comisión en los cajeros del banco, de ahí su nombre.
Tarjetas con pago de anualidad
La otra cara de la moneda son las tarjetas de crédito en las que se paga anualidad, algo que se cree es un gasto que es mejor evitar, pero que en realidad también tiene beneficios para quienes las contratan. Quizá lo más destacado es que este tipo de tarjetas cuentan con tasas de interés mucho más bajas y créditos más altos, lo que da lugar a que los pagos de cada mes no sean tan elevados.
Al contrario de las que no cobran anualidad, las otras dan mejores programas de fidelidad a los tarjetahabientes, principalmente con pagos a meses sin intereses y descuentos en tiendas participantes. También ofrecen otro tipo de complementos como seguros, recompensas en especie y acceso a salas VIP en aeropuertos.
Algunas tarjetas también hacen que el pago de la anualidad sea menos impactante para el bolsillo de los clientes con la opción de diferirlos, por lo general de dos a tres meses. Como en otros casos, también tienen sus puntos en contra, y es que este pago es algo que estará siempre hay, independientemente de que la tarjeta sólo sea usada una o dos veces al año.
Otra desventaja es que, al momento de efectuar el pago mensual, la anualidad será un incremento extra, lo que podría acarrear más problemas financieros si no se hace en tiempo y forma. Al dar más crédito, con frecuencia las instituciones financieras piden más requisitos, como ingresos mínimos más altos a los solicitantes.
¿Qué opciones existen? Una de las opciones más comunes es la Citibanamex Platinum, con una anualidad fija de 2,620 pesos sin IVA, con el requisito de comprobar 50,000 pesos mensuales de ingresos y su CAT se topa en el 44.3 % de interés sin IVA. Parte de los beneficios que da es el 10 % de bonificaciones en puntos, acceso a salas VIP en aeropuertos y retiro en efectivo con comisión de dos pesos por cada 100 retirados.
Otra opción es la BBVA Infinite, cuya anualidad está fijada hoy en día en 6,247 pesos más IVA. Su CAT también es uno de los más bajos en cuanto a su precio, pues apenas llega al 33.5 % sin IVA. Otros aditamentos es que cuenta con respaldo en caso de perderla en el extranjero, facilita descuentos y da lugar a bonificaciones por hacer compras en México y el extranjero.
¿Cuál es la mejor opción?
Si bien, es un hecho que las tarjetas de crédito con pago anual dan acceso a varios beneficios, una realidad es que las tarjetas que no requieren anualidad son una opción más viable tomando en cuenta que son las que más se adecúan a la economía de las personas. A pesar de que tienen sus puntos en contra, como una tasa de interés más alta, si se usa con responsabilidad no deberían suponer mayor problema para los usuarios.
La opción de no pagar la anualidad es mejor para aquellas personas que no tienen contemplados gastos de manera continua y sólo la requieren para momentos de emergencia o para hacer gastos de los que no tienen efectivo en el momento. La mejor opción para tener unas finanzas sanas siempre será usar las tarjetas con responsabilidad, independientemente de que se pague o no anualidad.