Desde el pasado 17 de noviembre, las máquinas tragamonedas se encuentran prohibidas en todo el país; sin embargo, podría ser todo un reto retirar estos objetos de tienditas y otros comercios que las albergan para recibir una comisión de sus ganancias.
Fue la semana pasada cuando entró en vigor el decreto mediante el cual se reformó el Reglamento de la Ley Federal de Juegos y Sorteos para restringir este tipo de apuestas que se ejecutan a través de máquinas tragamonedas.
La reforma a este reglamento establece que ya no se otorgarán nuevos permisos para la apertura de establecimientos que operen con máquinas tragamonedas, mientras que aquellos que ya tienen un permiso vigente solo podrán explotarlo por un máximo de 15 años sin posibilidad de prolongarlo.
Si bien esta reforma está principalmente dirigida a casinos y casas de apuestas donde existen este tipo de máquinas, lo cierto es que el gobierno federal también busca alcanzar aquellos pequeños negocios donde existen estos objetos.
De acuerdo con la Dirección General de Juegos y Sorteos, la finalidad de esta reforma es reducir la corrupción de menores que generalmente hacen uso de estas máquinas tomándolo como un juego y dejando de lado que se trata de apuestas donde pueden perder considerables cantidades de dinero y generar una adicción.
En el caso de los casinos, también se busca tener una mayor regulación sobre los ingresos que generan los sorteos y apuestas a través de estas máquinas, pues se han detectado participaciones por parte de grupos criminales.
¿Cuánto genera una máquina tragamonedas?
Aunque poco se conoce sobre los ingresos que representan las máquinas tragamonedas para los casinos y casas de apuestas, destaca que, para el caso de tiendas, mercados y pequeños establecimientos con este tipo de máquinas, las ganancias pueden ser de varios miles de pesos a la semana.
Según información de la Dirección General de Juegos y Sorteos, la mayoría de las máquinas tragamonedas instaladas en pequeños y micro negocios operan a través de concesiones; es decir, los dueños del establecimiento no son necesariamente propietarios de la máquina tragamonedas.
Esto quiere decir que, generalmente, el dueño de la máquina les ofrece un porcentaje de las ganancias que genere dicha máquina a cambio de que les permitan instalarla en sus establecimientos.
De acuerdo con algunas estimaciones, los dueños de las máquinas tragamonedas ofrecen entre el 30 y el 40 % de las ganancias que genere cada máquina a los dueños de los establecimientos, lo cual se traduce en entre 400 y 500 pesos a la semana por cada máquina tragamonedas.
En la mayoría de los casos, se ha documentado que cada establecimiento cuenta con por lo menos dos máquinas tragamonedas, mientras que en algunos casos puede haber más de cinco, lo cual representaría ingresos semanales de hasta 2,500 pesos solamente por tener la máquina.
Su obtención tampoco es complicada, ya que en plataformas en línea como MercadoLibre o Facebook Marketplace se puede conseguir una máquina tragamonedas hasta en 1,500 pesos, aunque los vendedores destacan que no incluye el permiso necesario para su operación.
Debido a que la mayoría de las máquinas tragamonedas que se encuentran en los micro y pequeños negocios no cuentan con permiso, en teoría debería ser sencillo para las autoridades poder proceder a su decomiso y puesta a disposición ante la Fiscalía General de la República.
Y es que las personas encargadas de operar ese tipo de máquinas no hacen distinción para permitir que cualquier persona pueda jugar en ellas, ya sean niños o adultos mayores.