Para la mayoría de las personas en el lado occidental del mundo, la sola idea de lastimar o maltratar a un perro es inconcebible, por lo que llegar al extremo de consumir su carne se torna algo imposible de hacer. En otras partes del mundo esto es algo más aceptado, pues la carne de perro forma parte del menú en varios restaurantes, principalmente en Asia, donde hoy buscan erradicar esta práctica.
En Corea del Sur, recientemente se avanzó con una ley que prohíbe definitivamente el consumo de carne de perro, una práctica que se remonta a hace muchos años y que hoy es vista con malos ojos por el resto del mundo y por sus pobladores. Esta no es la primera ocasión en que se intenta acabar con la cría y sacrificio de perros, aunque en otras ocasiones no hubo éxito debido a la oposición de los productores.
Si bien este es un avance importante en la erradicación del maltrato animal, la realidad es que aún hay varios países en los que la ingesta de animales de compañía, como perros y gatos, es algo normal y socialmente aceptado, además de los lugares donde se vende y se hace pasar por otra carne. A esto se suma que, como en los casos de otro tipo de carne, comer perro no es algo 100 % seguro.
En la actualidad se estima que el país que más consume carne de perro es China, aunque ni siquiera se hace en todo el país, ya que es más común en las regiones del sur como Guangxi, Guizhou y Cantón, donde es completamente legal. En 2020, tras la pandemia por covid-19 cuyo origen fue en la ciudad de Wuhan, se dieron restricciones respecto a la cría de perros como animales de ganado.
Pese a esto, todavía hay muchas partes en las que se sirve comida que incluye proteína canina. En el país todavía se celebra el polémico Festival de Lichi o Festival de Carne de Perro y Lichis, el cual se lleva a cabo en Yulin, Guangxi y es mundialmente conocido porque durante el solsticio de verano se sacrifican a miles de perros para su consumo. Dado que es una región de extrema marginación, se impulsó desde el 2009 para darle fuerza a la economía local.
Si bien se tiene la idea de que es algo exclusivo de China, lo cierto es que en otros países también se da, como en Tailandia, nación en la que la ley permite la cría y consumo de su carne. Los mestizos se compran para el matadero por precios de uno a dos euros, aunque los de raza oscilan precios de hasta 12 euros, aunque no todos los que se venden son comprados a un criador, ya que también se recurre a prácticas como la colecta de perros callejeros o directamente se los roban de las casas y se les llega a sacrificar todavía con collar.
Sin ir más lejos, en el mismo continente en Vietnam, se consume la carne de perro como algo común. Según la organización FundaciónVEG, cada año se sacrifica a aproximadamente 5 millones de perros para el aprovechamiento de su carne, pero en los últimos años la venta ha ido en detrimento, en primer lugar por la presión social de organizaciones que abonan por los derechos de los animales, y en segundo, porque la misma población ha perdido interés en este negocio.
Este no es un problema exclusivo de la región asiática, pues a pesar de que hay otras partes como Taiwán, Camboya o Indonesia en los que comer perro es legal, en Europa hay lugares donde también ocurre. Uno de los casos menos comentados es el de Suiza, donde los pobladores de zonas rurales recurren a la cría de perros para luego consumirlos en forma de cecina o embutidos como salchichas. Al igual que en otros países, los suizos no tienen una prohibición concreta ante esto.
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— Imagen Poblana (@ImagenPoblana) November 19, 2023
Segunda #FeriaDeAdopción de perros y gatos en #CasaPuebla, emprendida por la organización #PatitasLibresVeterican y el SEDIF; esperan sean acogidos 20 perritos y 4 gatitos.
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En México, está estrictamente prohibida la comercialización y consumo de carne de perros y gatos, y también constituye una violación a las normas sanitarias y de cuidado animal, por lo que debe denunciarse ante la Secretaría de Salud, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) y la Dirección de Protección Animal; no obstante, es común escuchar historias acerca de comerciantes que vendían carne de perro haciéndola pasar como res o cerdo para luego ofrecerla como barbacoa, en taquerías o para comida china.
Para la mayoría de las personas la principal preocupación está en el maltrato hacia los animales, pero la ingesta de proteína de perros también tiene otra vertiente: los riesgos a la salud. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la carne de perros también es una amenaza para la salud porque en la mayoría de los casos el animal atraviesa por condiciones deplorables de higiene.
Los perros que son consumidos viven en hacinamiento y con poca higiene, lo que da lugar a que desarrollen enfermedades como cólera o rabia, patologías que no siempre se eliminan cuando se cocina el animal. Otras afectaciones relacionadas con la carne de perros son la transmisión de parásitos como el Toxoplasma gondii, que causa toxoplasmosis, y la Trichinella Spiralis, el cual se aloja en los músculos de los perros y luego es ingerido.