La influenza es una enfermedad respiratoria que afecta garganta, nariz, oídos y en algunos casos los pulmones. Es comúnmente comparada con una gripa, sin embargo, puede a poner en riesgo la vida de las personas, sobre todo en grupos vulnerables como adultos mayores y personas inmunodeprimidas.
De acuerdo con informes de la Dirección General de Epidemiología, durante la temporada de influencia estacional 2022-2023 se confirmaron 9,877 casos positivos a influenza por laboratorio, de estos, el 84.3% se debieron a influenza AH3N2, 9.2% a influenza B, 3.8% a influenza A No Subtipificable y 2.7% a influenza AH1N1.2 Hoy en día esta enfermedad respiratoria causa de 3 a 5 millones de casos graves y hasta 650,000 muertes al año.
En lo que va de 2023, los estados con más casos de influenza estacional hasta el momento son: Ciudad de México (12.5%), Colima (10.5%), Puebla (9.2%), Aguascalientes (6.3%) y Querétaro (6.2%).
En los últimos años, se ha visto que entre el 70 y el 85% de las muertes relacionadas con la influenza estacional se produjeron en personas de 65 años de edad o más, además de que aproximadamente el 50% de las hospitalizaciones relacionadas con este padecimiento ocurrieron entre personas del mismo grupo de edad.
Los adultos mayores arriba de 55 años son uno de los grupos más vulnerables y quienes pueden presentar mayores complicaciones debido a que su sistema inmunológico se va transformando por el envejecimiento, lo que afecta la inmunidad innata y adaptativa del cuerpo, un proceso normal conocido como inmunosenescencia.
Ante ello, es importante fortalecer al organismo a través de una buena alimentación, ejercicios adecuados y a través del reforzamiento de vacunas, las cuales permiten al sistema inmune estar protegido ante ciertas enfermedades virales como lo es la influenza. De hecho, se estima que el 94% de las muertes por influenza, se dieron en personas no vacunadas.
Las vacunas contra la influenza se actualizan cada temporada debido a que los virus evolucionan de forma constante y la inmunidad disminuye con el tiempo, es por ello, que las vacunas deben de ser administradas cada año durante los meses de octubre a diciembre para garantizar la protección de una posible infección.
Una de las grandes ventajas es que la vacuna de la influenza puede ser adquirida y aplicada, además de en el sector público, en consultorios, clínicas privadas y consultorios adyacentes a farmacias; incrementando y facilitando las opciones disponibles para hacer frente de mejor manera a la temporada estacional.
“A través de los años las vacunas han salvado millones de vidas en todo el mundo. Hoy las personas tienen mayor acceso a ellas por distintas vías, lo que permite el aumento en las tasas de vacunación, reduciendo al mismo tiempo el número de contagios. Esto representa una gran ventaja dado que de esta forma cada persona puede tener control de su salud y bienestar, además de proteger a sus seres queridos”, comentó la Dra. Yolanda Cervantes, directora de Vacunas en GSK México.
Es importante contar con la asesoría de un médico quien podrá proporcionar guía de cuándo y dónde aplicar la vacuna, adicional a una evaluación más personalizada como en el caso de personas embarazadas, que viven con enfermedades autoinmunes o que emplean tratamientos que regulan el sistema inmune.
Para más información relacionada con los centros de vacunación y esquemas de vacunación recomendados de acuerdo con cada etapa de la vida, visite los sitios de la Asociación Mexicana de Vacunología (https://amv.org.mx/) y Mundo Vacunas (https://mundovacunas.com).