Las Sociedades Financieras Populares son instituciones enfocadas a los sectores sociales más desprotegidos, así como a microempresarios. Sin embargo, hasta la fecha existe mucha incertidumbre sobre qué tan seguras son y la manera en la que operan.
Estas sociedades financieras populares, también conocidas como SOFIPO, buscan atender la brecha financiera que existe en nuestro país con sectores socioeconómicos vulnerables, por sus bajos ingresos o porque se encuentran dentro del grupo de microempresas.
Las sociedades financieras populares se encuentran plenamente reconocidas por el Sistema Financiero Mexicano al mismo grado que otras figuras, como las sociedades de inversión o las instituciones de financiamiento colectivo.
¿Cómo funcionan?
Al ser una institución reconocida por el sistema financiero mexicano, las SOFIPO tienen una regulación a través de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, y por ley están obligadas a constituirse como sociedades anónimas de capital variable.
Las SOFIPO ofrecen planes de ahorro y préstamos a sus clientes; además, tienen como principal objetivo fomentar el ahorro y acercar servicios financieros a las personas de bajos recursos.
Las Sociedades Financieras Populares permiten a sus clientes recibir depósitos, expedir y operar tarjetas de débito, obtener préstamos y créditos bancarios, recibir y emitir órdenes de pago o transferencias, comprar y vender divisas en ventanilla, así como distribuir seguros o fianzas.
¿Son seguras?
Como cualquier otra institución financiera, siempre debes cerciorarte de que se trata de una empresa que se encuentre consolidada e inscrita a la Comisión Nacional Bancaria de Valores, ya que esto la obligará a respetar todos los lineamientos establecidos en la Ley de Ahorro y Crédito Popular.
La consulta sobre el registro la puedes hacer directamente en la página de Internet de la Comisión Nacional Bancaria de Valores, así como en el registro de prestadores de servicios financieros que está disponible en la página de la CONDUSEF.
Algunos de los ejemplos más populares en la actualidad son empresas como Finamigo, Kubi Financiero, Klar Finsus y Fincomun, aunque actualmente en nuestro país hay 37 sociedades financieras populares autorizadas, en las cuales se distribuyen aproximadamente 9.2 millones de clientes.
Debido al público al que se encuentran enfocadas, estas sociedades financieras populares permiten hacer inversiones que van desde los 50 pesos y que tienen plazos más accesibles, como puede ser una semana o dos años.
La diferencia de una SOFIPO con las cajas de ahorro es que las primeras se encuentran reguladas por la Ley de Ahorro y Crédito Popular, lo cual permite que ante un proceso de quiebra, los clientes estén protegidos hasta por 25,000 unidades de inversión, lo cual representa aproximadamente 194,250 pesos.