En medio de la bruma de este mes, ¿vale hablar de temas que parecen superfluos?
Yo creo que si porque colocan al ser humano tan agraviado, en una realidad que es trivial, en la que la gente todavía ríe, come las comidas que le gustan y hace las cosa cotidianas. Aquella anécdota que ya he contado sobre una mujer que se reía de las líneas chuecas en las medias de una pasajera en el metro, mientras Londres era atacado por las fuerzas de Hitler, ratifica lo que menciono. La realidad trivial es nuestra defensa. Pese a ello el tema de hoy no es superfluo, el de la soltería. Para China, este es el mes de los solteros y el día once los festeja. A diferencia del resto del mundo que festeja ese día el 13 de febrero para rebatir con la soledad el famoso Día de San Valentín el 14 de febrero, los chinos tienen sus calendarios propios incluyendo su año. Hace cuatro años tenían más de 200 millones de solteros y la mitad vivían solos. Y como buenos gestores crearon la fecha del once de noviembre para festejar la soltería, el 2011. Tenía fines de promoción comercial que ha resultado gran éxito, pero en ese saber encubierto de la filosofía china, la fecha signada tenía profundidad el día once en el mes once del año, cuatro números solitarios que daban la esencia de uno solo, un ser que no tiene pareja. Un soltero.
¿LA PAREJA EXISTE COMO NO SEA A PARTIR DE LA UNA CREACIÓN SOCIAL?
Los chinos quizá han buscado esa respuesta que los occidentales encontraron en Adán y Eva. Pero la Biblia (Reina-Valera, Sociedades Bíblicas Unidas 1960) es un libro de leyendas. La realidad es más dura y las feministas la mencionan en cada marcha que hacen, que en épocas ya remotas cuando se perfiló el patriarcado, ese sistema supo aquilatar el que una mujer estuviera siempre al servicio del hombre y las propias leyes que aún se expresan en los códigos civiles modernos, evidencian el esclavismo aceptado, a veces en lisonjas, de las mujeres que se sometieron al hombre como paridoras y amas de casa. Las costumbres plantearon además, una fidelidad estricta a la mujer casera no por cuestiones solo de celos, sino porque así el patriarca evitaba que su fortuna fuera heredada por presuntos hijos de la infidelidad. Era, pues, otro tema económico y de interés. El patriarcado fue retomado por las religiones, casi siempre, como en el caso de la católica, de raigambre misógina, para fincar dogmas a las mujeres, casarse vírgenes, de blanco para reflejar castidad y ser fieles y recatadas en su vida de pareja. Esa dualidad pues, no existe en la naturaleza como tal, fue creada por el ser humano por cuestiones de intereses. Los chinos que este mes glorifican a los solteros, hombre o mujeres, lo han entendido.
LA PAREJA VA DESAPARECIENDO EN EL MUNDO. LA LIBERTAD FLUYE
En el mundo, las personas solteras aumentan cada año. Y uno de los efectos ha sido la disminución de los nacimientos. Hay países incluso en el que los niños van desapareciendo simplemente porque no llegan. En México según INEGI, había en el 2020, una cifra de 34 370 381 millones de solteros, de 12 años en adelante y 47.7 eran mujeres y 52.3 hombres. La cifra ha subido. En la capital del país es en donde se ve mayor soltería y curiosamente son tres alcaldías panistas las que más solteros tienen, cosa extraña dado su mochismo, Benito Juárez, Hidalgo y Cuauhtémoc. Guanajuato que si reivindica ese mochismo, es el que tiene menos solteros 12.3 por ciento y así nos podemos ir llevando de las cifras para demostrar que la pareja se convierte en este momento en el mundo, en algo secundario al ser el humano, único en la naturaleza en medio de la multitud. Este se ha dado cuenta que la imposición social de una pareja es conveniente cuando funciona como relación de compañía y los anexos que tiene, pero no necesariamente en el cumplimiento de la naturaleza, la filosofía y el interés personal.