Las aseguradoras mienten al vender, para evadir el pago ante una emergencia: especialista

Las aseguradoras mienten al vender, para evadir el pago ante una emergencia: especialista

Foto: FreePik

Los estragos causados por el huracán Otis que golpeó las costas de Guerrero aún son más que evidentes, ya que la ciudad todavía luce devastada y sin claridad de cuándo será reconstruida. A esto se suma un problema financiero: los dueños de inmuebles destrozados intentan cobrar sus seguros. 

  

En los últimos días, los usuarios que tienen servicio de alguna aseguradora han sufrido complicaciones para hacer efectivos los cobros con los que restaurarán sus inmuebles. Esto es común luego de desastres naturales, ya que las empresas buscan la forma de no pagar ante estas situaciones. 

  

En entrevista con Imagen Poblana, el especialista Óscar Gil comentó cuál es el motivo por el que las aseguradoras se rehúsan a hacer válidos los contratos luego de un desastre natural. De igual manera, dio parte de cuál es el proceso que debe seguir una persona para que una empresa de esta naturaleza le pague por el servicio contratado y que ha estado pagando por muchos años. 

  

Oscar Gil explicó que un seguro se refiere a un mecanismo mediante el cual una persona u organización se protege ante cualquier eventualidad e imprevisto y evitar el quiebre de su situación económica. Cuando una familia o persona sufre algún accidente o es víctima de un percance, es cuando el seguro entra en acción para auxiliar con los gastos reparatorios y protección de bienes. 

  

  

En la mayoría de los casos, los contratos de las aseguradoras ya tienen estipulado cuál es su cobertura y en qué momentos aplica, pero en contextos como los que hoy viven en Guerrero, con un desastre natural, no siempre hay claridad. Gil sostuvo que las aseguradoras suelen aplicar cláusulas que se prestan a interpretaciones ambiguas, lo que les facilita que se nieguen a pagar ante una emergencia. 

  

Ejemplo de esto son las cláusulas que señalan cobertura ante inundaciones, lo que da lugar a que la gente crea que aplican en escenarios como tormentas o huracanes, aunque en realidad solo se hagan efectivas si se daña una tubería e inunda un salón. 

  

No obstante, esto sucede principalmente con las personas de a pie, pues con las empresas que tienen mayor poder económico la situación es diferente. Al tener más recursos, tienen la posibilidad de contratar coberturas más amplias que incluyan desastres naturales y que son pagadas sin mayor problema, algo que difícilmente sucede con las personas que no cuentan con los mismos recursos. 

  

"Un grupo de abogados se presenta con las aseguradoras y gestionan una cobertura amplia, y entonces la aseguradora se ve obligada a cumplir. En caso de una persona cuya capacidad económica y de conocimiento no sea esa, las aseguradoras sí le pueden mentir en los beneficios y coberturas. Las personas más vulnerables son las más afectadas", dijo Óscar Gil. 

  

Nuestro entrevistado afirmó que a medida que las personas tienen menos contactos y poder económico, es más factible que las aseguradoras les incumplan, por lo que a la larga es más difícil que recuperen sus bienes ante un desastre natural. 

  

Retomando la situación que acontece en Guerrero, las empresas ahí no solamente se han enfrentado a los desastres causados propiamente por Otis, sino que también fueron víctimas de saqueos y hoy las aseguradoras se niegan a pagar alegando que no fueron simples robos, sino actos de terrorismo

  

Sobre esto, Óscar Gil mencionó que nuevamente entran en juego las interpretaciones y definiciones que las aseguradoras comúnmente emplean. En México, el gobierno se ha negado a declarar que hay organizaciones terroristas a pesar de que muchas actúan de manera similar, como los grupos del crimen organizado. 

  

En suma, las aseguradoras también se están negando a pagar debido a que no hay forma de medir con anticipación el impacto que tendrá un evento de esta naturaleza, es decir, no hubo forma de prever que ocurrirían dichos saqueos. Agregó que aquí también aplican cláusulas sobre la definición de un robo y cómo se llevan a cabo. 

  

"Yo puedo contratar un seguro contra robo, entonces la cláusula tendrá que especificar a qué se refiere un robo y en qué circunstancias va a entrar la acción del seguro. Todo lo que no esté escrito, está exento para la aseguradora", manifestó. 

  

Ahora bien, no en todos los casos las aseguradoras tienen razón y en ocasiones la gente puede interponer recursos legales para que se hagan efectivos los contratos. En ese sentido, Óscar Gil informó que para hacer un reclamo lo primero es acudir con abogados especialistas en seguros, quienes analizan a cabalidad el contrato y las cláusulas que contiene, a fin de determinar la mejor manera de hacer que las empresas paguen. 

  

Algo primordial es que, al momento de acudir a un despacho, la gente debe asegurarse de que este sea legal y esté debidamente constituido, ya que hay muchos que no cuentan con la certificación o experiencia adecuada y resultan ser un fraude todavía más costoso para las personas cuyo patrimonio está en riesgo. 

  

Contrario a lo que la gente pudiera pensar, las posibilidades de ganar un litigio a una aseguradora son altas, superiores al 90%, ya que las cláusulas ahora no solo estarán a la interpretación de las aseguradoras, sino que también habrá una parte defensora que hará su propia lectura. 

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