61,000 millones para Guerrero, poco en comparación con las “prioridades” de la Federación

61,000 millones para Guerrero, poco en comparación con las “prioridades” de la Federación

Foto: Xinhua

12 días han pasado desde el 25 de octubre cuando el devastador huracán "Otis" tocó tierra por primera vez en las costas de Guerrero, 12 días en los que se ha hecho más que notable la destrucción de la zona. De momento, las cifras oficiales señalan 48 muertes y 59 personas desaparecidas, aunque a esto se suman los daños a la infraestructura de miles de viviendas y comercios en el estado. 

  

El agua y las ráfagas de aire superiores a los 270 kilómetros por hora provocaron daños en 273,844 viviendas de la demarcación, aunado a las más que evidentes afectaciones a la infraestructura pública y comercial del estado. De acuerdo con algunas estimaciones, el dinero requerido para reconstruir el estado es de más de 61,313 millones de pesos, una cifra que algunos consideran insuficiente. 

  

Más allá de que la cifra sea exacta o no, es una realidad que esto podría cubrirse con los mismos recursos que se destinan a otro tipo de programas y obras que, hasta la fecha, no han hecho más que incrementar sus presupuestos. Ya sea para campañas electorales o proyectos de la federación, es una realidad que el dinero que requieren los guerrerenses existe, pero se está empleando en otras causas. 

  

Un ejemplo de ello es lo que se avecina de cara a las precampañas y campañas electorales con miras al 2024, en las que se establecerán topes millonarios para publicidad. En lo que respecta a la contienda presidencial que se prevé para el próximo año, el Instituto Nacional Electoral (INE) ya dictó un tope de gastos máximos para las campañas: 661 millones de pesos por cada candidato. 

  

De haber tres candidatos emanados de partidos políticos, el combinado de gastos en campaña sería de 1,983'000,000 de pesos. Las precampañas que iniciaron formalmente ayer y no hace más de un año, como lo muestran los espectaculares y bardas, tienen un gasto máximo de 85.9 millones de pesos. 

  

En lo que respecta al financiamiento de los partidos en 2024, en agosto de este año el INE aprobó el que fue calificado por muchos como el presupuesto más grande de la historia. El acumulado de recursos públicos que recibirán los partidos será de 10,444 millones de pesos, todo repartido entre los institutos de acuerdo con la representación que tienen, por lo que el partido oficialista, Morena, sería el más beneficiado con 3,100 millones de pesos

  

No obstante, los gastos presupuestados para la reconstrucción de la costa y las campañas son menores al lado de otras dependencias, programas y “obras” a las que el presidente Andrés Manuel López Obrador les ha dado toda su preferencia. Uno de los ejemplos más claros es la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), que es comparado con el Fobaproa. 

  

En 2018, ya como presidente electo antes de tomar protesta, AMLO convocó una consulta ciudadana para preguntar si el NAIM, iniciado en el sexenio de Enrique Peña Nieto, debía concluirse o cancelarse. Con una participación que apenas superó el millón de votantes, el proyecto fue cancelado, pero dejó detrás una gran deuda que hoy en día sigue pagándose. 

  

Al principio, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) indicó que el NAIM costaría a los mexicanos un total de 331,996 millones de pesos, es decir, 5.5 veces más lo requerido para Guerrero; posteriormente, la cifra se redujo a 113,127 millones de pesos, pero en la actualidad es mucho más grande. Según expertos, la deuda por cancelación sería cercana a los 4,200 millones de dólares, un monto que se terminaría de pagar hasta el 2047 con el dinero de los contribuyentes. 

  

Otro de los proyectos más polémicos de la presente administración, y al mismo tiempo uno de los más defendidos por el jefe del Ejecutivo, es la refinería Olmeca en Dos Bocas, Tabasco. El presupuesto original destinado a esta megaobra fue de 8,000 millones de pesos; no obstante, se ha informado que debido a gastos de operación e inflacionarios el gasto se elevará a más del doble, es decir, arriba de los 16,000 millones de pesos. 

  

Aunque parezca un desembolso excesivo, este gasto sigue muy por debajo de otras construcciones de la Federación, como lo es el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), el que reemplazó al NAIM y, en teoría, sería más económico. En 2019, la ASF señaló que el aeropuerto en Santa Lucía tendría un costo final de 100,000 millones de pesos, pero al igual que se ha visto, el precio real al terminar fue mucho más elevado, cercano a los 115,00 millones, casi el doble de lo que hoy necesitan los damnificados por Otis. 

  

Por último, la obra más onerosa que se está construyendo en la administración de López Obrador es el Tren Maya, que al principio estuvo presupuestado en 120,000 millones de pesos. A falta de que se concluya su construcción, el dinero destinado no ha hecho más que aumentar, pues hasta la fecha se estima que el gasto final será superior a los 600,000 millones. Tan sólo en el presupuesto de egresos de la federación del 2024 se le están destinando 150,000 millones. 

  

A pesar de que ha sido calificada como una obra que atenta contra los ecosistemas de México, el Tren Maya se ha convertido en uno de los proyectos más costosos para los mexicanos. Al mismo tiempo, no se tiene claro de qué manera se reconstruirá el estado de Guerrero, pues en el presupuesto del próximo año no se estipulan reservas para quienes más lo necesitan.

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