Victorias aquí y fracasos allá: ¿por qué México no gana en JJOO como en Panamericanos?

Victorias aquí y fracasos allá: ¿por qué México no gana en JJOO como en Panamericanos?

Foto: X / @COM_Mexico

Como cada cuatro años, los Juegos Panamericanos se están llevando a cabo, esta vez en Santiago de Chile y, para sorpresa de muy pocos, nuevamente los atletas de la delegación mexicana están dando muy buenos resultados. En este evento se congregan los deportistas más grandes del continente, siendo una constante la destacada participación de los mexicanos.

 

A dos días de que termine la justa, México se ubica en la cuarta posición del medallero de los Panamericanos, con 103 medallas que se reparten en 38 de oro, 24 de plata y 41 de bronce. En la edición del 2019, celebrada en Lima, Perú, nuestros deportistas sumaron un total de 138 medallas, lo que dejó a la delegación en tercer puesto del medallero final.

 

Ambos escenarios están lejos de ser actuaciones excepcionales, ya que México es un país que siempre ha destacado durante los Juegos Panamericanos en varias de sus ediciones; no obstante, a pesar de que esto habla de la competitividad en la región, este buen rendimiento no se refleja igual en otras competencias, como los Juegos Olímpicos, donde nuestro país rara vez junta una decena de medallas.

 

 

Para México es raro que en las competencias de mayor exigencia internacional se tenga un rendimiento al menos similar al que hoy se ve en los Panamericanos, ya sea en lo colectivo o lo individual, puesto que los atletas que hoy vemos en lo más alto, como la selección femenil de futbol, no tienen la misma actuación. Para prueba se puede revisar lo logrado en Tokio 2020.

 

Durante los Juegos Olímpicos celebrados en Japón hace dos años, la delegación nacional solo consiguió un total de cuatro preseas, todas de bronce, quedando en el puesto 84 del medallero olímpico. Si bien esto suena como un mal rendimiento, en Río de Janeiro 2016 tampoco fue diferente, ya que apenas se conquistaron cinco medallas, tres platas y dos bronces.

 

En primer lugar, es evidente que las exigencias entre un evento y otro son marcadas, ya que en las olimpiadas participan más de 200 delegaciones de todas partes del mundo, por lo que el nivel de competencia es todavía más alto. En los Panamericanos solo participan del continente americano, un total de 41, que si bien perfilan a sus mejores elementos, no exigen a los mexicanos a participar contra otros de jerarquía como los europeos y asiáticos.

 

 

Además, para los mexicanos, los Juegos Panamericanos son apenas la antesala de lo que vendrá en las olimpiadas, ya que estos sirven justamente para calificar a los JJOO, donde se enfrentarán no salo a los de su región, sino a los de todo el mundo.

 

Otra situación es que varios de los que hoy se colocan como ganadores, en su mayoría, no concretan una participación destacada en las olimpiadas. Luego de clasificarse, son pocos los que tienen las mismas oportunidades de competir y sobresalir ante los deportistas de otras naciones. Han sido contados los casos en los que los resultados de Panamericanos se repiten al año siguiente en olimpiadas.

 

Uno de los más notables ha sido en futbol, pues en la edición del 2011 que se hizo en Guadalajara, la sub-23 de México se llevó el oro y, al año siguiente, el combinado tricolor se llevó la presea dorada frente a Brasil en Londres. Asimismo, la taekwondoín María del Rosario Espinoza salió campeona en los Panamericanos del 2007 en Río de Janeiro y repitió el oro en Beijing 2008.

 

Para revisar otra gesta similar podemos revisar lo sucedido en 1955 con el clavadista Joaquín Capilla, quien conquistó dos oros en plataforma de tres metros en los Panamericanos de México y, en 1956 en Melbourne, Australia, se colgó un oro histórico en la plataforma de diez metros.

 

 

Por otra parte, es innegable que en nuestro país el talento abunda, pero uno de los principales factores que contribuyen a esta marcada diferencia entre el rendimiento de los atletas panamericanos y olímpicos, es la falta de apoyos que se dan para los segundos. Para ambos son comunes las penurias en sus procesos de preparación, pero cuando se trata de los atletas olímpicos estos ven cómo el dinero les llega muy limitado.

 

Cada año la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE) sufre recortes que la debilitan y merman las posibilidades de desarrollo para los atletas. Durante la administración del 2012 al 2018 del presidente Enrique Peña Nieto, dicha dependencia obtuvo un aproximado de 4,800 millones de pesos, mientras que hasta este año la gestión de Andrés Manuel López Obrador sólo otorgó un total de 2,300 millones de pesos.

 

De acuerdo a información de Animal Político, en el sexenio del priista se dieron cada año 2,299 becas, en contraste con las 1,269 que se dan durante la administración morenista, un recorte del 45 % de los apoyos. A esto se suma que la infraestructura nacional no es la suficiente para que los deportistas practiquen sus disciplinas adecuadamente.

 

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Gracias a esto, los atletas han tenido que buscar recursos y financiamiento por sus propios medios, ya sea con el apoyo de privados, o bien con la venta de sus artículos y posesiones personales. Por si fuera poco, la dirigente nacional de la CONADE, Ana Gabriela Guevara, se ha mostrado renuente a dar más apoyos a los mexicanos, argumentando que no está en sus manos la disposición de recursos o que ya se han entregado los necesarios.

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