En 1997 entró en vigor la Ley del Seguro Social con la que cambió para siempre la forma en que se maneja el sistema de pensionados del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). A raíz de esto, los ahorros para el retiro de la gente pasaron a ser administrados por entes privados, dando lugar al nacimiento de las Administradoras de Fondos para el Retiro, conocidas como Afores.
Cuando una persona inicia su vida laboral es el momento de elegir una Afore en la que, de manera paulatina, se depositarán ciertas cantidades que se ahorrarán para el momento de jubilarse. Si bien es una medida pensada para el largo plazo, la realidad es que llegan momentos de emergencia o necesidad en las que un cuentahabiente debe retirar total o parcialmente sus ahorros.
Es ahí cuando muchas personas pueden tener dificultades, ya sea porque quieren retirar su dinero por ser el momento de la jubilación, o bien, porque así lo necesitan en ese momento, pero desconocen el proceso a cabalidad. Hace unos días, en el Pleno de la Cámara de Diputados se presentó una iniciativa para que las personas con alguna enfermedad grave o terminal puedan sacar sus ahorros con mayor facilidad.
A expensas de que esta reforma sea aprobada, para muchas personas aún es poco conocido el proceso para sacar su dinero. ¿Realmente es tan complicado? ¿Qué cambiaría con la iniciativa planteada?
De acuerdo a la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) este trámite sólo puede hacerse por los trabajadores que así lo requieran, en un lapso de tiempo relativamente rápido, ya que solamente se necesitan algunos documentos que acrediten la jubilación o el motivo por el que se retira parcialmente el monto ahorrado.
Uno de los requisitos, además de estar dado de alta en el Afore, es que en la solicitud se indiquen las fechas a partir de que se hizo el primer depósito y hasta el día en que se pide el retiro. De igual forma, es necesario contar con un Expediente de Identificación del Trabajador o Expediente Móvil, que se puede obtener directamente en la Afore que se esté usando.
Una vez con el expediente, se procede a ir a una sucursal del administrador de la Afore, es decir, del banco en el que está la cuenta y presentar la solicitud de disposición del recurso junto a una identificación oficial vigente. También es obligatorio un estado de cuenta con número CLABE, aunque este no sea forzosamente de la misma institución que administra la Afore.
Posteriormente, también se debe cumplir con el asentamiento del nombre completo del usuario y, como paso adicional, el registro de una firma biométrica y la firma en manuscrito. Si se cumple con todos los requisitos, el proceso de resolución llega a demorar un lapso de cinco días hábiles, tiempo en el que se dará el monto total de lo recaudado. En cualquier caso, la Afore está autorizada para hacer una retención del Impuesto Sobre la Renta (ISR).
Ahora bien, en la mayoría de los casos la Afore solo puede retirarse si ya se cumplieron las semanas de trabajo requeridas y se tiene la edad mínima de 60 años, es decir, pensión por cesantía, o también pensión por vejez cuando ya se tienen 65 años cumplidos. Aunque también existe la posibilidad de hacer retiros parciales, en casos en los la persona está en situación de desempleo, o bien, esté planeando contraer nupcias. Actualmente la Ley del Seguro Social no contempla la posibilidad de facilitar los ahorros cuando el beneficiario atraviesa por una situación crítica de salud.
Es por esto que el pasado 25 de octubre el diputado federal de Morena, Alejandro Carvajal Hidalgo, presentó una iniciativa para reformar el artículo 191 de la Ley del Seguro Social. El proyecto de ley adicionaría la fracción III en la que se lee lo siguiente:
Retirar de forma total sus recursos ahorrados en la Afore y sus subcuentas, derivado de una enfermedad grave que ponga en peligro la vida, previo dictamen de entidad de salud pública del gobierno federal, conforme a las reglas de carácter general que el efecto expida la Consar".
En su exposición de motivos el legislador no señala que se vaya a facilitar o alterar la forma en que se llevan a cabo los retiros. Tampoco se menciona que los trámites vayan a ser más ágiles dada la situación vulnerable en que una persona con enfermedad grave o terminal se encuentra
Algo que sí sostiene es que el sistema de salud mexicano en la actualidad es deficiente y carece de insumos como medicamentos, equipo médico o personal de especialidades. Es por esto que con la reforma se le brindarían recursos a los trabajadores para que puedan atenderse en alguna distancia privada o que sean ellos mismos quienes consigan sus medicamentos.