Puebla es un estado con una cultura diversa y abundante, por lo que las leyendas en sitios históricos no faltan por el Día de Muertos y las más destacadas son las que relatan hechos paranormales. Los cementerios son sitios en los que, supuestamente, tienen lugar eventos paranormales que carecen de explicación; los más enigmáticos son el Panteón Francés y el Panteón Municipal.
El Panteón Francés y el Panteón Municipal destacan no solo por la historia de su construcción o las personas cuyos restos descansan ahí, sino que también hay numerosas historias y leyendas a su alrededor.
Al ser sitios de descanso que datan de hace más de 100 años cada uno, es normal que hayan surgido historias paranormales que se originan en los dos cementerios. Quizá la más conocida de todas es la historia del fantasma de una mujer que aparece por las noches a las afueras de los recintos y que de hecho se acerca a las personas para atormentarlas.
Algo que se ha relatado en varias ocasiones es que afuera del Panteón Francés, cerca del Panteón Municipal, sale lo que en apariencia es una mujer, quien le hace la parada a los taxistas que transitan por la 11 sur. Al principio se presenta como una persona normal, quien aborda el vehículo e inclusive da una dirección precisa a la que quiere ir, pero al llegar a su destino es cuando se descubre una terrorífica verdad.
En el camino todo parece normal, pues la mujer en cuestión no aparenta ser una pasajera diferente y se comporta como cualquier otra usuaria, pero cuando al llegar a la dirección, la supuesta pasajera desciende del auto y afirma que entrará a su casa para traer dinero con el que pagará el viaje. Este es el punto cumbre del relato, ya que ahí es cuando se da el suceso paranormal.
Ahí, varios taxistas han contado que, al demorar demasiado y ya molestos porque piensan que los han estafado, se ven en la necesidad de llamar a la puerta para que les pague el servicio. Cuando alguien aparece, la única respuesta que suelen obtener es de la madre de la mujer, quien les explica que es su hija, la misma a la que llevaron al domicilio y con la que interactuaron, en realidad falleció más de diez años antes.
No obstante, también hay otros conductores que cuentan cómo al viajar sobre el mismo tramo de la 11 sur, pasado de la medianoche hay fenómenos extraños, ya que lejos de presenciar algo en el camino, el ambiente se hace más frío y tenebroso. Aparentemente, no hay nada fuera de lo normal, pero al centrar la mirada sobre su retrovisor es cuando se percatan de que no están solos.
La sorpresa salta cuando se dan cuenta de que en el asiento trasero los acompaña una mujer completamente extraña y que aparece de un momento a otro. Se le describe como una mujer inexpresiva y con aspecto tétrico que no les hace nada, pero que sí les deja un susto enorme al aparecer y desaparecer rápidamente. Presuntamente, esta ha sido la causa de algunos accidentes en la vialidad.
Al tratarse de dos camposantos con tanta antigüedad, es normal que se cuenten estas y otras leyendas, como la de la niña Rosa Luisa Carranza Marín, en el Panteón Francés, quien supuestamente deambula y concede milagros a quienes le llevan regalos a su lugar de descanso. En el Panteón Municipal también se cuenta la historia de la niña María Mercedes Huerta, quien sale a jugar y recorrer las tumbas por las noches, cuando nadie puede verla.