El alma es considerada por muchas religiones como la parte espiritual e inmortal de los seres humanos; sin embargo, algunas personas han tratado de buscarle una explicación científica e incluso le han otorgado un peso específico: 21 gramos.
La idea de que el alma de las personas pesa 21 gramos y que el cuerpo de una persona pierde dicho peso al momento de morir no es nueva, pero de un tiempo para acá se ha hecho popular gracias a diversos factores, incluida una película del cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu.
En esta cinta se utiliza como introducción este mito que gira en torno al peso que tiene el alma de las personas la cual pierden al momento de morir, pero no se abunda mucho al respecto y pocas personas conocen de dónde viene esta idea.
¿Dónde surgió el mito?
Como se indicó en un principio, no se trata de una idea nueva pues en realidad tiene 122 años de que comenzó a estudiarse, pues aunque no tiene un sustento comprobado, si fue analizado por un médico especialista.
En 1900, el médico Duncan MacDougall tuvo la inquietud de conocer cuál era el peso del alma, pues consideraba que si todas las personas la tienen durante su vida y los abandona al momento de su muerte, es posible que tuvieran algún espacio en el cuerpo, el cual pudiera ser cuantificado a través de un peso.
Tomando en cuenta el momento en el que se desarrollaba esta inquietud, lo primero que se le ocurrió a Duncan fue pesar a una persona antes de morir y ver cuál era la pérdida del peso al momento de su fallecimiento.
El paciente que le dio vida a este mito fue el primero en los estudios de Duncan, el cual perdió la vida el 10 de abril de 1901 a causa de la tuberculosis, una enfermedad que para ese entonces era mortal y no tenía cura.
Fue así que Duncan adaptó una báscula a la cama de su paciente y al momento en el que este murió pudo percatarse de que su cuerpo perdió 21 gramos, dando vida a esta teoría que asegura que ese es el peso que tiene el alma de los humanos.
Evidentemente, como cualquier mito, no se reproduce el resto de la historia y es que los siguientes pacientes a los que Duncan pudo tomarles su peso, perdieron cantidades distintas que rondan entre los 10 y los 15 gramos, una variación que hasta la fecha no tiene explicación científica.
Para algunos médicos esta pérdida del peso se debe a los gases acumulados dentro del cuerpo, pero al no haber consenso no se le puede dar una explicación concluyente.