Un día de protesta y solidaridad por el Poder Judicial

Sin importar el sol abrasador, miles de personas se reunieron, todas con el mismo objetivo, la misma meta y un mismo grito: poner un alto al ataque a la autonomía del Poder Judicial de la Federación (PJF). Hoy no hay colores, preferencias políticas o inclinaciones ideológicas, ya que los individuos congregados están persiguiendo un único fin, uno que no solo les favorece a ellos, sino a todos los mexicanos.

Las cifras oficiales dicen que en total hubo más de 3,000 personas que caminaron juntas, codo a codo, para defenderse del oficialismo que atenta hoy contra la autonomía e independencia del PJF. Tal como en su momento sucedió con el INE, hoy los mexicanos saben que les toca pronunciarse a favor de uno de los tres poderes, por lo que este fenómeno se ve más allá de Puebla, es algo que sucede y que vibra en todo el país.

Quienes son los líderes de una familia saben que hoy tienen la oportunidad de enseñar a sus hijos cómo se hace valer la democracia. Es por esto que resulta grato ver que no solamente marchan miles de adultos, sino que con ellos se hacen presentes sus hijos, pequeños de menos de diez años, pero también adolescentes que ya se inmiscuyen en la vida política del país.

Sin duda alguna, esto es una señal de que hoy más que nunca los diferentes poderes del país están vivos y cuentan con ciudadanos comprometidos para defenderlos, dejando de lado sus diferencias y viendo todos por un bien común.

Hoy, la Avenida Juárez ha sido testigo de un pueblo que se levanta y dice ¡basta! a los ataques desde el poder y contra el poder, ¡basta! a los juicios contra quienes no están de acuerdo con el Ejecutivo, ¡basta! a la persecución contra quienes no se doblegan. Una de las consignas más claras refleja el sentir máximo y por el que hoy salieron a defenderse todos: "Contra el opresor, el amparo es superior".

Para el grueso de la población, la labor de estos servidores públicos llega a ser desconocida y ahí es donde prolifera la idea de que son ineficientes, pero ellos saben y manifiestan a la sociedad que dan todo de sí para hacer en nuestro país la justicia sea más pronta. Extenuantes jornadas les esperan día con día y, a pesar de que hoy, en apariencia, han frenado sus labores para tomar las calles, una realidad es que siguen trabajando por ti, por mí y por todos en este país.

Contrario a lo que se puede creer, quienes se apoderaron de las calles no son los que, supuestamente, reciben más privilegios, sino que se trata de aquellos trabajadores cuyos derechos saben que hoy están en riesgo de ser vulnerados.

En una concentración de esta naturaleza es común que se cierren calles y se impida el tránsito de otros sujetos, pero de manera sorpresiva estos automovilistas no hacen más que mostrar su apoyo y solidaridad a los trabajadores, lo mismo que sucede con los transeúntes y comerciantes de la zona, pues reconocen que hoy la lucha es por defender los derechos de todos y todas.

Al final, refrendando que su lucha es por y para seguir sirviendo a México, en una escena emotiva y enérgica a partes iguales, los trabajadores y la sociedad civil que se dio cita para apoyarlos, entonaron con euforia el himno nacional, reiterando que ellos no son sólo un tribunal, sino que son los guardianes de los derechos, los guardianes de la Constitución Mexicana.