El compostaje es un proceso de biotransformación de la materia orgánica, que genera subproductos a los cuales conocemos como enmiendas o abonos y tienen la finalidad de mejorar la estructura y fertilidad de los suelos agrícolas, así como evitar la contaminación ambiental. Para su producción se necesitan ciertos componentes químicos que solemos encontrar en la materia orgánica, como la fruta, pero también están presentes en nuestro cuerpo y algunos establecimientos en la capital poblana ya están aprovechando esta situación.
Actualmente, las estéticas, barberías y salones de belleza albergan recursos en abundancia que suelen pasar desapercibidos por lo que son considerados desechos. Hablamos del cabello humano. Estos desechos sólidos orgánicos se componen de un 15.1% de nitrógeno y 5.2% de azufre, elementos que, mediante el proceso de compostaje, pasan a ser nutrientes asequibles para el desarrollo de las plantas, aportando principalmente nitrógeno, potasio y fósforo.
Este método de aprovechamiento de recursos se ha implementado con éxito en diversos países de Latinoamérica como Ecuador, Perú, Colombia y hasta República Dominicana, debido a los bajos costos de producción. En nuestro país no parece haber muchos antecedentes, pero sí existen proyectos de incidencia social que han comenzado a trabajar con premisa, como lo es Happy Cut, la primera estética incluyente de la capital poblana.
Mónica Soto, representante de Happy Cut, nos contó en entrevista que esta estética infantil reúne todo el cabello que normalmente se tiraría a la basura para entregarlo cada 8 días a una empresa llamada Hagamos Composta, la cual se encarga de procesar el material y, cada 4 meses, retorna a la estética ahora como abono. Este se reparte entre los clientes de forma gratuita y en ocasiones, también se regalan plantas para fomentar entre los menores el hábito de preservar el medioambiente.
A la par, este establecimiento ofrece un programa de asistencia para niños con capacidades diferentes, así se da atención a menores con síndrome de Down, autismo o hiperactividad. De acuerdo con Mónica, también cuentan con una mascota de asistencia que ayuda a tener apertura en la comunicación con los menores.
Esta estética también mantiene un trabajo de colaboración con la fundación Rizos de Amor y Alegría A.C., una asociación nacional que se dedica a crear pelucas a la medida para niños y niñas que sufren pérdida de cabello crónica o a largo plazo por cualquier tipo de padecimiento, incluyendo el cáncer. Su propósito es proporcionarles a los niños pelucas cómodas y de la más alta calidad.
De esta forma, puedes acudir a cualquiera de los establecimientos ubicados en Centro Mayor sobre Calzada Zavaleta o en Lomas de Angelópolis para donar tu cabello. Los requerimientos básicos son tener un largo mínimo de 30 centímetros y estar sano.
Si estás interesado en obtener composta orgánica, acudir a un establecimiento incluyente o buscar donar tu cabello, ya conoces uno de los mejores lugares para comenzar a participar de forma activa dentro de tu comunidad.