Y tú, ¿entiendes qué son las acciones y cómo funciona la BMV?

Subidas, bajadas, acciones, ventas en corto y muchos conceptos más son parte de lo que se escucha cuando se habla del mercado de valores, un terreno de inversión desconocido para el grueso de la población. Cada cierto tiempo se vuelve noticia que una gran empresa registra pérdidas o récords de ganancias por las variaciones en sus acciones, pero ¿qué significa esto?

Desde hace décadas, invertir en acciones de empresas se ha vuelto una forma de generar ingresos, aunque continúa como una actividad para un sector muy reducido de la sociedad. Más allá de los riesgos o beneficios que conllevan este tipo de inversiones, la simple idea de las inversiones resulta compleja casi para todos.

El mercado de valores es un espacio físico y desde hace años también virtual, en el que se compran y venden activos e instrumentos financieros. Los participantes ejecutan transacciones financieras que se rigen bajo una premisa sencilla: las empresas ofrecen acciones para recaudar fondos, mientras que los compradores, llamados accionistas, las adquieren y luego las revenden para mantener el mercado en movimiento.

Gracias a estos movimientos, las empresas que venden sus acciones dan una parte a los inversores y con ello consiguen recursos para solventar sus gastos operativos, pero también sus actividades de expansión y crecimiento. Dichas actividades son las que les generan más valor, lo que termina por beneficiar a los inversores, regresándoles lo que gastaron en las acciones más un margen de ganancia.

En México, está la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), institución encargada de que la gente haga transacciones de manera organizada y con apego a la ley. Está regulada por otras instituciones como la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), el Banco de México (Banxico), la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, así como la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).

Es una de las bolsas más grandes en Latinoamérica con más de 2,000 empresas que ponen a disposición del público todo tipo de activos financieros, ya sean bonos gubernamentales, fondos y también acciones de empresas. Al ser un ente tan regulado las transacciones sólo se pueden efectuar a partir de las 9:00 y hasta las 14:30 horas.

La forma en que funciona la BMV es con un sistema electrónico que sirve para conectar a las organizaciones emisoras de activos con los posibles compradores o inversores, que pueden ser personas físicas o morales. A diferencia de otras bolsas, en esta sí hay intermediarios como casas de bolsa, bancos y demás sociedades de inversión.

Algunas de las transacciones más recurrentes en esta bolsa son la venta y compra de acciones de empresas. Estos son activos útiles para los inversores que pretenden formar parte en mayor o menor escala, de una empresa grande.

Las acciones representan una pequeña parte de la empresa que las oferta y su venta está abierta al público en general. Los accionistas se convierten en dueños de una parte de la empresa, pequeña o grande, dependiendo de la inversión que concretaron.

Son uno de los activos más importantes en las bolsas de valores, toda vez que representan una de las formas de inversión más usuales, pero a su vez una opción que no está exenta de riesgos. Si bien ser parte activa de la empresa sirve para obtener ganancias, también es una apuesta por los cambios constantes y sin previo aviso en el valor de las acciones.

Así como el valor de la empresa puede subir y dar ganancias exorbitantes, este también tiende a bajar y dejar pérdidas en la empresa y, por consiguiente, en los accionistas. Existen dos tipos de acciones: las comunes que dan participación limitada a los inversores y no dan voto en las decisiones de la empresa, además de las acciones preferenciales, que son una combinación de acción y bono que otorgan mayores beneficios en ganancias y participación, por lo que suelen ser más caras.

Dependiendo del número de acciones que se posean, será la injerencia que se tendrá en la empresa, siendo los accionistas mayoritarios los que tienen voz y voto en las juntas directivas. El valor de las acciones nunca será estático y las variaciones dependen de diferentes factores tanto externos como internos.