Durante años, se ha utilizado el Índice de Masa Corporal (IMC) para determinar si una persona está baja de peso, en su peso ideal o con sobrepeso. La doctora Fatima Cody Stanford, especialista en obesidad, sugiere que el IMC es obsoleto para definir la obesidad.
El IMC se calcula dividiendo el peso por la altura al cuadrado. Se ha utilizado durante varias décadas como el estándar universal para determinar los pesos sanos. Ha servido como indicador de la grasa corporal, y cifras más altas pueden indicar un mayor riesgo de enfermedades metabólicas y la muerte.
Sin embargo, el IMC ignora factores que afectan el nivel de sanidad de una persona, pues depende de variables como la edad, sexo y raza. Es decir, no todas las personas con un índice de masa corporal alto tienen mala salud o un mayor riesgo de muerte, indica un artículo publicado en la revista Nature.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la obesidad como una enfermedad crónica. A nivel global, la tasa de obesidad se ha triplicado en los últimos años, con una ola de medicamentos para perder peso y un alto IMC. En junio, la Asociación Americana de Medicina (AMA, por sus siglas en inglés) hizo un llamado para usar más métricas relacionadas con el peso junto con el IMC, debido a sus imperfecciones. Los especialistas alertan que el aumento en la demanda de medicamentos para la pérdida de peso ocasione una mayor dependencia del IMC como único diagnóstico.
Hombre promedio
Hace 200 años, el astrónomo y matemático belga, Adolphe Quetelet, se obsesionó con caracterizar al "hombre promedio". Registró las medidas del cuerpo humano, principalmente de hombres de Europa occidental. Encontró que el peso apenas se relaciona con la altura al cuadrado, según información de Nature. A la división de estos dos datos para describir el peso se le conoció como el índice de Quetelet.
Ancel Keys, un fisiólogo estadounidense, examinó varios índices de altura-peso y encontró que Quetelet era el mejor predictor para definir el grueso de la grasa corporal. Lo renombró al Índice de Masa Corporal y propuso que era el mejor indicador del tamaño sano del cuerpo.
Los riesgos de muerte a nivel poblacional sí están relacionados con el IMC. El riesgo es mayor ante un menor espectro del índice, donde se considera que una persona está baja de peso. Decrece a la mitad y vuelve a incrementar el riesgo gradualmente en un espectro más alto, donde el sobrepeso y obesidad recaen.
Un estudio, publicado en julio de 2023, encontró que el riesgo de muerte para adultos con sobrepeso era similar al de las personas en "pesos sanos". Otro estudio reveló que el 30% de los participantes con obesidad tenían buena salud cardiometabólica.
Medida imperfecta
No hay duda en que el aumento de grasa puede dañar los órganos y aumentar el riesgo de enfermedades cardiometabólicas, así como causar estragos en la salud mental. El problema surge al usar el IMC como indicador de la cantidad de grasa corporal, pues dos adultos con IMC similar podrían tener diferentes cantidades de grasa, explicó el cardiólogo e investigador en obesidad en Mayo Clinic en Rochester, Minnesota, Francisco Lopez-Jimenez.
Cuando las personas envejecen, tienden a tener más grasa y menos músculo en comparación con los adultos jóvenes, mencionó el especialista de Mayo Clinic. La relación entre el IMC, la grasa y la salud también difiere entre sexos. Una mujer tiende a tener más grasa frente a los hombres con el mismo IMC.
Las tablas de IMC en adultos no reflejan las variabilidades, según información de Mayo Clinic a la que NotiPress tuvo acceso. Los límites entre las categorías son entre arbitrarios y basadas en la ciencia. (NotiPress)