En pleno siglo XXI, persiste la creencia de que autoexplorarse es una conducta inmoral o inaceptable, lo cual provoca que muchas mujeres detecten el cáncer de mama muy tarde y, con ello, reduzcan sus posibilidades de combatir la enfermedad exitosamente.
Estos tabúes no solamente rodean la autoexploración, sino también la mastografía, que es el estudio más efectivo para detectar el cáncer de mama en mujeres que no presentan síntomas, pero que por su edad podrían padecerlo.
Octubre es el mes de la sensibilización sobre el cáncer de mama, según ha establecido la Organización Mundial de la Salud. Además, el 19 de octubre es el Día Internacional de la Lucha Contra el Cáncer de Mama.
¡Octubre es el mes de sensibilización sobre el #cáncerdemama!
— OPS/OMS (@opsoms) October 11, 2023
Cuando el cáncer de mama es detectado temprano, el tratamiento puede ser altamente efectivo.
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Los tabúes de la mastografía
Primero que nada, hay que detallar lo que es una mastografía, pues existen datos oficiales que aseguran que un 20 % de las mujeres han escuchado hablar sobre este estudio, pero desconocen de qué se trata, por lo que nunca se lo han hecho.
La mastografía es, de forma resumida, un estudio de rayos X que se practica en mujeres a partir de los 40 años de edad que, a simple vista, no tienen síntomas de padecer cáncer mamario, por lo que las imágenes obtenidas permiten detectar anormalidades internas.
El propósito de practicar una mastografía es detectar todos esos factores de riesgo que no se pueden percibir por la observación o la palpación que se lleva a cabo con la famosa autoexploración.
Pero el motivo por el cual muchas mujeres deciden no hacerse este estudio, también conocido como mamografía, puede tener un significado cultural, pues existen muchos tabúes en torno a ella.
De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social, en una encuesta levantada en el año 2020 se encontró que un 10 % de las encuestadas refirió que el dolor que sintieron al momento de hacerse una mamografía fue lo que las orilló a no volver a hacereste estudio.
Mientras que un 5 % de las mujeres encuestadas señaló que era obsceno tocar sus senos de la forma en la que se requiere para llevar a cabo una autoexploración exitosa.
La misma encuesta señala que la causa por la que la mayoría de las mujeres no acude a hacerse una mamografía es la pena, pues el 25 % de las encuestadas señaló que sienten pena de que un médico varón las revise.
En un menor porcentaje que todas las opciones anteriores están las mujeres que dijeron rechazar una mastografía por cuestiones religiosas y otras porque sus esposos se los prohibía.
La importancia de la mamografía
La mastografía es uno de los estudios más recomendables en el tratamiento preventivo del cáncer de mama, ya que permite hacer una detección a tiempo, lo cual incrementa de forma considerable el éxito de un tratamiento para su erradicación.
Aquellas mujeres que no se autoexploran y que tampoco acuden a hacerse una mastografía son más propensas a desarrollar cáncer de mama en una variante mortal por la detección tardía de esta enfermedad.
Cabe señalar que la autoexploración es una práctica que se debe llevar a cabo de forma mensual, mientras que las mastografías se recomiendan por lo menos una vez al año a partir de los 40 años, sin importar que el médico general canalice a la paciente o no.