La falta de sanciones es uno de los principales motivos por los que siguen ocurriendo casos en los que las personas fingen su desaparición o secuestro, ya que, sin importar las causas, se trata de acciones que llevan a las autoridades a destinar tiempo y recursos públicos para desarrollar una investigación que bien podría destinarse a casos de verdadera importancia.
Esto viene a colación luego de que la Fiscalía General del Estado reveló que fue falsa la desaparición de Salma Karen, quien supuestamente contaba con 9 meses de embarazo cuando salió de su domicilio en la colonia Bosques de Amalucan.
La autoridad ministerial dio a conocer que Salma nunca estuvo embarazada y que pocos días antes de la fecha en la que debía dar a luz, decidió salir de su casa y viajar hasta la Ciudad y el Estado de México, donde se refugió en hoteles al menos seis días.
Independientemente de que la mujer hubiera fingido su embarazo o atravesara por problemas emocionales, este tipo de casos generan indignación, pues los padres sabían perfectamente el paradero de Salma y aun así no lo informaron a las autoridades, quienes tuvieron que destinar tiempo y recursos públicos para su localización.
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Actualmente en Puebla no existe una sanción para aquellas personas que finjan su desaparición o su secuestro, así como para aquellas personas que son omisas con la información que poseen y que, a pesar de estar conscientes de que el hecho denunciado no es real, no lo informan a las autoridades.
Casos de este tipo han provocado que en algún momento los diputados locales presenten iniciativas para sancionar con cárcel la simulación de un secuestro o una desaparición; sin embargo, hasta el momento las iniciativas no han sido aprobadas.
Otros casos de desaparición
Lamentablemente, el caso de Salma Karen no es el único que se registra con estas mismas características, pues antes de ella, otro caso que causó gran indignación fue el de Norma Mercedes, cuya desaparición se boletinó en septiembre de 2019.
Después de hacer la denuncia por desaparición, la Fiscalía General del Estado inició el trabajo de investigación y búsqueda hasta que finalmente llegaron a la conclusión de que Norma Mercedes fingió estar embarazada y también fingió su desaparición.
El motivo que en su momento dio esta mujer fue que no tenía intenciones de enfrentar a su familia tras haber simulado su embarazo, por lo que incluso recurrió a comprar una peluca y cortarse el cabello para poder ocultarse en el domicilio de una de sus amigas y en hoteles del municipio de Amozoc.
Ese mismo año, pero en noviembre, se registró otro caso en la persona de Yareli, quien fue reportada como desaparecida tras acudir al Hospital de la Margarita, asegurando que iba a entrar en labor de parto.
Apenas sus familiares se descuidaron, ella se escapó del nosocomio, por lo que su familia se preocupó y presentó una denuncia por desaparición, la cual concluyó cuando las autoridades ministeriales dieron con su paradero y descubrieron que fingió su embarazo y su desaparición, ya que no sabía cómo decirle a su actual pareja que no estaba embarazada.
Secuestros simulados
Pero la desaparición de personas no es lo único que se finge y que representa una pérdida de tiempo para las autoridades, pues también se han documentado casos de secuestros simulados, impulsados principalmente por problemas económicos.
Uno de los casos recientes y más emblemáticos fue el ocurrido en junio del año pasado cuando vecinos del municipio de San Martín Texmelucan bloquearon por más de 10 horas la autopista México-Puebla para exigir el rescate de Edu, de 40 años.
Aunque la familia se negó a denunciar formalmente el secuestro, la Fiscalía tomó conocimiento del caso debido al cierre vial y descubrió que Edu en realidad fingió su secuestro, ya que los 500,000 pesos que estaba pidiendo de rescate eran para resolver problemas personales y, ante la negativa de su familia para prestárselos, decidió fingir un secuestro.
Otro caso muy similar ocurrió en diciembre del año pasado, cuando una joven de 25 años, originaria de Izúcar de Matamoros, fingió su secuestro para exigir un rescate y obtener dinero que su familia se había negado a prestarle para emprender un negocio.
Se sabe que la joven originaria de la localidad de San Martín Alchichica planeó fingir su secuestro con ayuda de un grupo de amigos, quienes la ayudaron a permanecer en la habitación de un hotel mientras se hacían las llamadas de extorsión a sus padres.
Finalmente, la joven y sus amigos fueron descubiertos, pero ante la falta de una legislación aplicable para estos casos, ninguno fue sancionado.