Israel: el poder de controlar el relato

Israel: el poder de controlar el relato

El sábado 7 de octubre escaló al nivel de guerra el conflicto entre Israel y Hamas, una organización política, armada de Palestina. Surgen muchas interrogantes y noticias falsas, por lo que en esta columna expondremos algunos puntos clave para combatir el cerco de desinformación de Occidente.

 

Palestina es la región bíblica de Canaán, luego se dividió en Judea y Galilea y más tarde, en el año 135, se unificó como Siria Palestina. Históricamente es la Tierra Santa de judíos, cristianos y musulmanes que convivieron pacíficamente durante 1300 años, 400 años bajo dominio del Imperio Otomano, cuando perdió la primera guerra mundial (1914) le fueron arrebatados los territorios por Gran Bretaña (Mandato Británico de Palestina).

 

Por su parte, Israel como país no existió antes de 1948. El antecedente bíblico dice que se trata de los descendientes de Jacob, hijo de Issac, hijo de Abraham, aunque la evidencia histórica nos dice que esto es un mito, no hay vestigios que comprueben que estuvieron en Egipto y que deambularon por el desierto hasta llegar a Cannán, se trata de una leyenda fundacional para explicar su origen como las que se crearon muchos pueblos como los griegos, romanos, mexicas y mayas. Los pueblos de habla semita (entre ellos los hebreos) se asentaron entre Egipto y Siria, eran pequeñas poblaciones diversas de origen árabe bajo dominio del imperio romano que los expulsó definitivamente en el año 135, como castigo por las sucesivas rebeliones.

 

En el siglo XIX, en las postrimerías de la Ilustración, se avivó la idea en el mundo de la formación de los Estados-Nación; es decir, antes de ese momento no había una noción de país como la tenemos ahora. En Europa prevalecían reinos divididos regionalmente como herencias, feudos o privilegios concedidos de la nobleza. En esa época se impulsó la unificación de los territorios de lo que hoy es Italia, Alemania, España, Países Bajos y en esos grupos se encuentran también judíos que más allá de su religión, perseveran en la idea que son herederos de Israel (Jacob) y que por consecuencia deben tener también un Estado-Nación, entre ellos destaca Teodoro Herzl nacido en Austria-Hungría. Este movimiento tomó el nombre de sionismo en relación con Sión (nombre antiguo de Jerusalén).

 

La idea es un tanto absurda porque está cargada de racismo y fanatismo religioso. De racismo, porque supone que hay una línea de extirpe “pura” desde el bíblico Abraham (que quizá nunca existió). De fanatismo, porque está implícita en la religión que se practica, así una persona de padres judíos que ya no practica el judaísmo como religión, no estaría de acuerdo con la idea de ser descendiente de Israel. En ese momento Marx, hijo de judíos, rechazó la religión.

 

No obstante, la idea ganó terreno porque los judíos que vivían en Europa tenían ciertas prácticas que los hacían diferentes (vestimenta, alimentación, tradiciones) pero que están relacionadas por la religión y no por su origen (ya habían pasado más de 1700 años de haber sido expulsados de Palestina). Estos grupos claramente identificados se les empieza a llamar semitas en remembranza de la lengua madre de los hebreos y en algunos casos de forma despectiva. El anti-semitismo tomó mayor fuerza durante la primera guerra mundial. En el pecado llevaron la penitencia, se les empieza a rechazar por su supuesta raza y no por la religión. En Europa se diferenció claramente la raza descendiente de los semitas de la de los arios (que se decían los verdaderos europeos).

 

En ese contexto, Hitler llega al poder en Alemania y en su análisis (Mi lucha) responsabilizó a los judíos por la debacle económica. Algunos judíos dueños de comercios e industrias fueron expropiados y luego masacrados. El holocausto fue la mayor persecución contra los judíos por su raza y no su religión porque, incluso, algunos judíos convertidos al cristianismo fueron perseguidos.

 

Al finalizar la segunda guerra mundial, el sionismo ganó simpatía por la condena mundial contra el holocausto. Estados Unidos y Gran Bretaña acordaron otorgarle un territorio a la comunidad judía. Hubo varias propuestas: Argentina, Alaska, Uganda, Madagascar; pero el ala radical sionista optó por Palestina, aunque ya estuviera habitada, como estaba dominada por los británicos fue entregada a los sionistas mediante la declaración de Balfour (1917).

 

En Palestina vivían en paz, árabes (semitas) que practicaban el cristianismo, judaísmo e islamismo hasta que llegaron los sionistas. Por tanto, el conflicto no es religioso, sino político y económico por la invasión de la tierra. En 1948 se funda el Estado de Israel con la anuencia de Estados Unidos que ha instalado bases militares y ha dotado de armas a los israelís.

 

Desde entonces los grupos sionistas (que no es el pueblo judío) han expulsado sistemáticamente a los palestinos a través del terrorismo y la violación flagrante de sus derechos humanos. Israel masacra niños y mujeres, obligan al palestino a destruir su propia vivienda y a no pasar frente a los judíos. En 1987 surge el Movimiento de Resistencia Islámica (HAMAS) como organización armada con el objetivo de liberar a Palestina. Es una organización de carácter religioso y no necesariamente representa los intereses palestinos no religiosos.

 

Israel tiene el armamento de Estados Unidos, ha desarrollado tecnología propia y presumía tener el sistema de inteligencia más sólido del mundo. Fue tomado por sorpresa. Algunos maliciosos dicen que no. Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, enfrentaba un juicio político por corrupción y una destitución por el rechazo de su pueblo. Los ataques del sábado le cayeron como anillo al dedo, de inmediato declaró el Estado de guerra lo que le permitirá suspender el juicio y seguir en el poder. ¿Sería una persona capaz de permitir una masacre con tal de conservar el poder?

 

Al mismo tiempo Israel prepara una incursión al ultimo reducto palestino: la franja de Gaza, su plan es expulsar/asesinar definitivamente a los palestinos lo que le ganaría simpatías a Netanyahu. La comunidad internacional no condenaría el genocidio porque han difundido noticias falsas sobre la barbarie de Hamas a quien llaman “terrorista” como la decapitación de 40 bebés de la que no se han presentado pruebas. Por su lado, Hamas está llamando a la yihad islámica (movimiento religioso musulmán) a realizar actos contra los enemigos de Alá el día viernes, día de la oración.

 

No estamos a favor de Hamas, estamos a favor de Palestina. No estamos en contra de los judíos, estamos en contra de los sionistas. Estamos a favor de los pueblos, de las clases trabajadoras palestinas y judías que conviven en paz y que hoy padecen a gobiernos corruptos y e inhumanos.

 

*Profesor-Investigador Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo

 

Miembro del Sistema Nacional de Investigadores

YouTube: #BandalaNomics