México tiene una deuda pendiente con las mujeres y dentro de ese grupo existen cerca de 19 millones de niñas y adolescentes que sufren el rezago de ser parte de una población vulnerable, tanto por el acceso a derechos básicos como por la violencia que se ejerce en contra de este género.
Desde hace 11 años, la Asamblea General de las Naciones Unidas resolvió conmemorar el 11 de octubre como el Día Internacional de la Niña, el cual tiene como fin atender los desafíos que representa el reconocer los derechos de las niñas alrededor del mundo.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, hay retos que impiden que muchas de estas menores de edad tengan el empoderamiento y los derechos humanos básicos como es la seguridad, la salud y la educación.
¿Cuál es el panorama en México?
De acuerdo con el último censo de población, en México son aproximadamente 19 millones de niñas y adolescentes menores de 18 años, lo cual representa el 14.9 % de la población total.
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Uno de los principales retos que enfrentan es el rezago escolar y es que, de acuerdo con datos oficiales, aproximadamente el 6.1 % de las niñas en edad de cursar la escuela primaria no tienen acceso a la educación.
Ya sea por situaciones culturales o económicas, estas menores que principalmente radican en zonas rurales, tienen dificultades para desarrollar la lectoescritura, es decir, no saben leer ni escribir.
Sin embargo, no se trata de un problema exclusivo de las zonas más alejadas de la urbe, pues de acuerdo con el INEGI, en las zonas urbanas el porcentaje de niñas que no sabe leer ni escribir es del 2.7 %.
Otro punto que puede ser considerado como un pendiente por parte de las autoridades mexicanas es la seguridad física y sexual de las niñas, pues este grupo no ha estado exento de la violencia feminicida que se vive en el país.
Del 2020 a la fecha, las autoridades han rescatado en promedio 250 niñas entre 12 y 14 años de edad, de las diferentes redes de la trata de personas, además hay miles de carpetas de investigación por violencia sexual cometida en contra de menores de edad.
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Las condiciones económicas y culturales también han provocado que muchas niñas y adolescentes se unan a la población migrante de nuestro país, ya sea para reunirse con su familia, para estudiar o para buscar algún trabajo que le brinde mejores condiciones de vida de las que tiene México.
Pero el problema con la migración no solamente son las niñas y adolescentes mexicanas que buscan mejores condiciones de vida en otro país, principalmente Estados Unidos, sino también las que llegan provenientes de Sudamérica y Centroamérica, ya sea de paso o estableciéndose de forma definitiva.
De las 802,800 personas que se tienen contabilizadas dentro de la comunidad migrante internacional en México, el 5.3 % son niñas y adolescentes, es decir 42,700 pequeñas que llegaron solas o con familiares y que ahora están dentro de la realidad mexicana.
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