Festivales musicales que pasaron de la euforia al caos en segundos

Ya son más de 260 los cuerpos que han sido recuperados por los servicios de emergencia israelíes dentro del área del desierto situado cerca del kibbutz Reim, en el sur de Israel y próximo a Gaza, donde se celebraba el festival de música electrónica Supernova, convirtiéndose en uno de los conciertos más sangrientos de los últimos años.  

Esta masacre fue protagonizada la madrugada del sábado por miembros del grupo islamista palestino Hamás, quienes irrumpieron en el festival disparando contra los asistentes por un lapso de 3 horas. Además de las bajas, se reportó el secuestro de varios asistentes, entre los que se incluyen al menos dos mexicanos. Este suceso es un parteaguas dentro del conflicto entre Israel y Palestina, así como dentro de la historia de los eventos masivos, aunque no es la primera vez que se reportan muertes dentro de un concierto.  

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Astroworld 

Los conciertos de Travis Scott son famosos por las olas de fanáticos que se dan cita para escuchar al rapero, ocasionando diversos incidentes. En el 2015, el rapero fue arrestado por “conducta revoltosa” durante un concierto en Lollapalooza, ya que incitó a los asistentes a saltarse las barreras de seguridad y subir al escenario.  

Esta situación se repitió una vez más en el 2017, pero los verdaderos estragos se registraron en noviembre de 2021 durante su festival de música Astroworld en Texas. Este festival se organizó para promocionar el lanzamiento de su nuevo álbum y tuvo invitados de renombre como Drake. Sin embargo, pocos minutos antes de la presentación de Travis, comenzaron los empujones y las oleadas de gente que buscaba alcanzar el mejor lugar para ver al artista. 

Una vez comenzada la presentación de Travis, algunas personas comenzaron a destacar entre la multitud pidiendo ayuda. El rapero detuvo el concierto y solicitó asistencia a los cuerpos de seguridad creyendo se trataba de algún fan desmayado, hasta que una estampida de personas provocó la muerte de al menos 8 personas, mientras otras 300 resultaron heridas.  

Festival Medusa  

Hace solo un año, en España se llevaba a cabo el Festival Medusa, el mismo que estuvo en la ciudad de Puebla hace unos años, en la ciudad de Cullera, cerca de Valencia, mismo que fue cancelado oficialmente luego de un incidente de colapso del escenario.  

La Guardia Civil informó que ese día había 50,000 personas en el recinto del festival, cuando fuertes ráfagas de viento provocaron el colapso del escenario. La oficina de prensa señaló que la evacuación del festival tomó alrededor de 40 minutos y que las puertas de salida al lugar funcionaban correctamente. Sin embargo, tras el accidente se registró la muerte de un joven de 22 años, así como otras 17 personas resultaron heridas de gravedad.  

Concierto Ariana Grande  

El 22 de mayo de 2017, la cantante Ariana Grande ofreció un concierto en el estadio Manchester Arena en Inglaterra. Todo ocurría con normalidad hasta que cerca de las 22 horas, se registró un atentado a las afueras del recinto.  

Este hecho no se vivió dentro del concierto, pero sí interrumpió la presentación de la artista, pues un sujeto identificado como Salman Abedi cometió un atentado suicida en el que fallecieron 22 personas, 7 de ellas niños y otras 512 resultaron heridas. 

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Festival de Altamont   

El 6 de diciembre de 1969 se llevó a cabo el Festival de Altamont, un evento que buscaba replicar el efecto Woodstock en la Costa Oeste, teniendo como headliners a los los Grateful Dead y a los Rolling Stones, quienes venían de cerrar una gira por Estados Unidos. 

En un inicio, el concierto estaba pensado para efectuarse en el Golden Gate y su parque, pero las autoridades municipales negaron el permiso. Ante la negativa, Mick Jagger anunció que el concierto se llevaría a cabo en un lugar sorpresa. Solo dos días antes de la fecha anunciada, los organizadores informaron que el evento se llevaría a cabo en Altamont. El mismo día del anuncio, Michael Lang, el joven que llevó adelante Woodstock se unió a los organizadores y descubrió que no había una logística, no existían servicios médicos contratados, el escenario no estaba terminado y el sistema de audio no era suficiente para cubrir toda el área; sin embargo, el equipo de seguridad ya estaba contratado.  

Por 500 dólares, los Rolling Stones contrataron a Los Ángeles del Infierno, una banda de motoqueros con un historial de violencia irracional, delitos, racismo y machismo, quienes se encargaría de la seguridad en un evento con 300 mil asistentes. Esta agrupación ya había fingido ser seguridad en conciertos de Grateful Dead, pero dentro de recintos y teatros, nunca ante tanta gente.  

A medio festival ya se registraban conflictos por la falta de servicios médicos, ya que drogas como el LSD corrían como el agua, pero el asunto se empezó a descontrolar mientras la banda Jefferson Airplane ejecutaba White Rabbit, en ese momento, cinco de los motoqueros le dieron una paliza a un espectador.  

Martin Balin, cantante de Jefferson Airplane, saltó del escenario y trató de separar a los agresores, pero uno de los Ángeles le dijo que subiera a tocar de nuevo. Balin lo insultó y la respuesta fue un golpe a la mandíbula. La pelea llegó hasta los camerinos donde Balin terminó en el piso. 

Con el arribo de los Rolling, los ánimos no bajaron y, Meredith Hunter, quien había sido golpeado por uno de los Ángeles, fue hasta su auto a buscar un arma y en cuestión de segundos sucedió la tragedia. Hunter se acercó a los Hell's Angels y forcejeó con su novia, quien intentaba que no sacara el arma, pero en ese momento recibió dos puñaladas en su espalda por parte de un ángel del infierno. El hecho quedó grabado en un documental llamado Gimme Shelter, pero eso no fue todo, pues hubo otras dos víctimas fatales tras ser atropelladas y uno por sobredosis.