El campo mexicano acumula una década de sequía; frijol, maíz y azúcar, en abasto crítico

El campo mexicano acumula una década de sequía; frijol, maíz y azúcar, en abasto crítico

Foto: Enfoque

La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) reporta que los productos más encarecidos y que potencialmente presentan un abasto crítico hacia delante son el frijol con un 17.67% de incremento, el maíz con un 40.63% y el azúcar con un 17%, todo en el último año. Las razones de este cuadro de crisis de producción agrícola nacional son varias; sin embargo, la de fondo es que se viene acarreando más de una década de sequía in crescendo que ha reducido la productividad del campo mexicano, achicando cada vez más las cosechas de los productos agrícolas de consumo esencial en la dieta de los hogares del país.

 

“Otro factor que golpeó al campo fue la pandemia de COVID y la falta de apoyo de políticas públicas eficientes por parte del Estado que, buscando eliminar los intermediarismos y los fenómenos de corrupción, terminó por no apoyar de manera efectiva y oportuna a los pequeños productores agrícolas del país, teniendo dificultades para obtener fertilizantes, créditos refaccionarios y de avío. Esto aunado a los problemas de comercialización que van desde el establecimiento de precios de garantía, carencia de graneleras y seguridad en la cadena de abasto y suministro, factores que constituyen una foto de un sector agrícola en llamas”, explicó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC. 

 

Literalmente, el campo se encuentra a dos fuegos, el de la sequía y el de la falta de un sistema de apoyos, de una cadena de comercialización aceitada y de un sistema de seguridades para el sector que permita un trabajo productivo sostenible. Las pérdidas que ha arrojado más de una década de sequía y que ha resentido el campo de nuestro país equivalen a pérdidas acumuladas de más del 10% del PIB nacional

 

Tan sólo la sequía de este verano 2023 ha sido 60% más intensa y erosionante que la del verano 2011, por lo que la cosecha de 2023 será 50% menor a la del 2022. Todo esto explica de manera clara el 9% de inflación alimentaria que encarece la canasta básica de alimentos esenciales a más del 60% de población en México.

 

El tema del campo es mayúsculo para el próximo gobierno. Tejer una política pública que atienda todas las aristas de esta actividad tan compleja del país en ningún caso es un asunto menor o que se pueda seguir postergando. El viejo anhelo es tener soberanía alimentaria con el menor índice de importación de alimentos que permita hacer realidad que en México haya hambre cero, que ninguna familia pase hambre o no tenga garantizados los tres sagrados alimentos del día, así como una ingesta de calidad adecuada y nutritiva que mantenga en pie a la población en condiciones productivas, de buen ánimo y mejor talante. Sin duda resulta verdad la máxima popular: panza llena, corazón contento”, sentenció Rivera.

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