El pastor alemán de 2 años, Commander, miembro de la familia presidencial de Estados Unidos, fue objeto de atención mediática en los últimos meses debido a una serie de incidentes de mordeduras que involucraron a miembros del personal de la Casa Blanca. Estos incidentes plantearon varias preocupaciones y tensiones entre la familia Biden y el Servicio Secreto de Estados Unidos, responsable de la seguridad presidencial.
El Servicio Secreto confirmó oficialmente 11 incidentes en los que el perro mordió al personal; sin embargo, reportes internos indican que el número real de incidentes podría ser mayor e involucrar a otros trabajadores de la residencia, además del personal del Servicio Secreto.
If dogs in your home keep having the same issue despite being different dogs, it’s probably you or your home that’s the problem. ????
— Bipedaling ???? ????♀️ (@bipedaling) October 5, 2023
A second Biden dog, Commander, is banished from White House after biting - The Washington Post https://t.co/TS2J41GJsy
Ante esta situación, se llevaron a cabo esfuerzos para hallar soluciones y garantizar la seguridad de todo el personal. Y aunque Commander ya no se encuentra en el campus de la residencia, continúan trabajando en hallar soluciones.
Anthony Guglielmi, jefe de comunicaciones del Servicio Secreto de Estados Unidos, señaló que la situación es complicada debido a la falta de informes exhaustivos sobre estos incidentes y problemas de comunicación en la gestión de Commander, lo que contribuyó a la persistencia de esta problemática.
Además, se dice que existen tensiones relacionadas con los cambios frecuentes de los horarios y algunas "solicitudes poco realistas", poniendo a prueba los recursos del Servicio Secreto. A pesar de esto, se negó cualquier informe de tensión entre el Servicio Secreto y la familia Biden, insistiendo en que existe "un inmenso grado de confianza y respeto" mutuo.
Sin embargo, algunos empleados describieron el ambiente de trabajo como “hostil” y “peligroso”, señalando que se dieron instrucciones para evitar ciertas áreas por temor a interactuar con el perro.
