Ayer, finalmente, luego de una lucha de dos años, se hizo oficial la detención del exdiplomático y conductor de televisión, Andrés Roemer Slomianski, quien fue acusado por varias mujeres de abuso sexual. Roemer, al igual que otras personas prófugas de la justicia, radicaba en Israel, un país donde tenía el "asilo" que le aseguraba no ser entregado a las autoridades mexicanas.
En febrero de 2021, Andrés Roemer fue señalado solo por Itzel Schnaas, pero con su testimonio salieron más juntando 11 acusaciones de la misma naturaleza. Con esto se emitieron cinco órdenes de aprehensión en su contra; no obstante, en mayo del mismo año huyó a Israel para no responder por sus actos.
Además de Andrés Roemer, Tomás Zerón de Lucio, exjefe de investigación de la Fiscalía General de la República (FGR), también está prófugo en Israel por delitos de tortura y desaparición forzada, así como por su participación en la construcción de la “verdad histórica” sobre los 43 normalistas de Ayotzinapa.
A pesar de que por años el gobierno mexicano solicitó o ha solicitado la extradición de los acusados, el gobierno israelí se rehúsa a cooperar. Esto no es algo que solo le afecte a México, ya que son varios los países que ven cómo Israel es refugio de criminales buscados. ¿A qué se debe esta situación?
No hay un único motivo por el que esto suceda, ya que es un asunto multifactorial. En primer lugar, personajes como Andrés Roemer huyen a Israel con la seguridad de ser recibidos, pues son judíos o descendientes directos de judíos. Él es nieto de Ernesto Roemer, un exidrector de orquesta judío de origen alemán, quien llegó a México tras la ocupación nazi en Alemania.
Al ser descendiente directo de judíos, Roemer, y prácticamente cualquier persona del mundo que cumpla con el mismo requisito, tiene la opción de recurrir a la llamada “Ley del Retorno”. Esta se creó en 1950 precisamente para que las personas que deseen regresar a su país de origen tengan asegurada la nacionalidad y/o residencia permanente en Israel.
Con esto se abre la posibilidad de que, si al momento de cometer algún ilícito la persona imputada ya tenía la nacionalidad israelí, aunque se compruebe su culpa, podrá cumplir su condena en el país. Esto significa que personas como Tomás Zerón o Andrés Roemer, si ya tenían la ciudadanía israelí en 2014 o 2021, cuando sucedieron los hechos que se les imputan, incluso si se les declara culpables, nunca tendrán que pisar la cárcel en suelo mexicano, pues podrán permanecer en Israel.
A esto se suma que los estados de México e Israel nunca han firmado un tratado bilateral de extradición. Este tipo de acuerdos se hacen con el fin de fomentar la cooperación internacional en materia jurídico-penal, pues al firmarlos las partes involucradas se comprometen a entregar a una persona que está prófuga, con orden de aprehensión o cuya participación se ha comprobado en la comisión de algún delito.
México tiene tratados con países de todos los continentes, algunos con más de 100 años de antigüedad que aún están vigentes, pero al no haber tal convenio, Israel no tiene ninguna obligación de entregar a una persona o ciudadano al gobierno mexicano, independientemente del delito que se le adjudique.
Por último, también entran los conflictos políticos y las tensas relaciones entre ambos países. El 17 de julio de 2021, The New York Times publicó una entrevista anónima con un alto funcionario israelí, quien sostuvo que la negativa de su gobierno para cooperar con las autoridades mexicanas obedece a la postura de México en las investigaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) respecto a posibles crímenes de guerra contra Palestina.
El delegado mexicano en la ONU, Juan Ramón de la Fuente, dijo el 16 de mayo de ese año que si bien los grupos palestinos han actuado indebidamente con el uso de armas y cohetes, Israel ha hecho uso desmedido de la fuerza. También llamó a una resolución del conflicto en donde se reconozca la existencia de dos estados independientes, algo que claramente va en contra de las intenciones de Israel.
Es por esto que dicho funcionario israelí afirmó que Tomás Zerón bien podría ser un perseguido político y las acusaciones en su contra podrían ser falsas, por lo que no cooperan con México para dar solución a este caso. Debido a la posición de México con Palestina, el gobierno de Israel se ha posicionado en una disputa de fuerzas.