El cerebro es uno de los órganos más potentes del cuerpo humano, a tal grado de ser capaz de generar visiones que pueden ser tan reales que la persona olvide que padece alguna debilidad visual.
De esto se trata el síndrome de Charles Bonnet, que está relacionado con las visiones que puede experimentar una persona débil visual, pero que no está relacionada con una enfermedad de tipo mental.
El síndrome de Charles Bonnet está presente principalmente en las personas que pierden parte o toda la visión, por lo que su cerebro les puede jugar una mala pasada, ocasionándoles alucinaciones.
De acuerdo con la Academia Americana de Oftalmología, una vista sana permite que la luz entre por el ojo a través de la córnea y se ha recibida directamente en la retina, que se encarga de convertir los rayos de luz en mensajes visuales.
Cuando las personas pierden parte de su vista por enfermedades como el glaucoma, retinopatía o la degeneración macular por la edad, la retina deja de procesar los rayos de luz y el cerebro no recibe estos mensajes visuales.
Es ahí cuando se genera el síndrome de Charles Bonnet, ya que al no recibir esta información visual por parte de los ojos, el cerebro se encarga de llenar el vacío generando imágenes que coloquialmente se le pueden llamar como alucinaciones.
Estas imágenes se crean a través de imágenes o recuerdos almacenados en el cerebro y generalmente se visualizan como paisajes, personas, animales o incluso patrones como rayas, puntos o figuras geométricas.
Los especialistas dicen que la mayoría de las personas tienen este tipo de visiones cuando despiertan o abren los ojos, después de tenerlos cerrados por mucho tiempo, aunque la mayoría de las personas solamente alcanza a ver reflejos de luces, rayas o círculos.
Cuando la ausencia de visión aumenta, entonces el cerebro se esfuerza aún más por generar un mensaje visual y es ahí cuando se generan alucinaciones más complejas, sin que esto implique que la persona tiene una enfermedad mental.
Debido a que se trata de un proceso mental y la relación entre el cerebro y el ojo, no hay pruebas especiales para diagnosticar el síndrome de Charles Bonnet, por lo que únicamente el médico se encargará de hablar con el paciente y empezar hacer un análisis sobre su historial médico y el tipo de alucinaciones.
La mayoría de los diagnósticos toma en cuenta si la persona tiene pérdida visual, total o parcial, y empieza a registrar alucinaciones, sin que tenga otro tipo de alteraciones neurológicas, entonces probablemente haya desarrollado el síndrome de Charles Bonnet.
Así como no hay una forma de diagnosticar completamente, tampoco hay un tratamiento ni cura para el síndrome de Charles Bonnet, por lo que los especialistas han desarrollado algunas técnicas para lidiar o controlar este tipo de eventos.
Algunos pacientes que han pasado por esta etapa de alucinaciones aseguran que lo que ven incluso intenta interactuar con ellos, lo cual genera confusión en un principio, de ahí que sea necesario acudir con un especialista para tomar acciones de forma inmediata.