El término de la “no violencia” generalmente nos lleva a pensar en la violencia física y una de sus expresiones más graves, como puede ser una guerra; sin embargo, existen otras formas de manifestarse y algunas pueden llegar a ser más frecuentes e incluso más lacerantes.
El Día Internacional de la No Violencia se conmemora el 2 de octubre por decreto de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas desde el año 2007, como una fecha para enfatizar la difusión de un mensaje de paz, a través de la educación y la conciencia pública
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, este día busca asegurar una cultura de paz, tolerancia, comprensión y no violencia, lo cual nos deja ver que el término es bastante amplio y se debe de tomar conciencia sobre otras formas de agresión que existen en la sociedad.
Celebremos el #DíaDeLaNoViolencia recordando las palabras de Mahatma Gandhi.
— Naciones Unidas (@ONU_es) October 2, 2023
"La no violencia es la fuerza máxima a disposición de la humanidad. Es más poderosa que el arma de destrucción más potente ideada por el ingenio humano". -- Mahatma Gandhi. https://t.co/alfAqk879Q pic.twitter.com/LwSfkDgxu5
Violencia sicológica
Para muchas personas la violencia sicológica puede llegar a ser más dañina que una agresión física, pues los daños emocionales o mentales son más difíciles de sanar y requieren un mayor tiempo para su tratamiento.
La violencia sicológica está caracterizada por el sometimiento de la víctima a comportamientos que pueden derivar en algún trauma psicológico, el cual genera ansiedad, depresión o estrés, además de otros síntomas que no necesariamente se manifiesten en ese momento.
La forma más común de la violencia sicológica es aquella que se aplica de forma verbal y que va enfocada a humillar o degradar a la víctima, mediante frases o adjetivos que buscan minimizar su personalidad o exacerbar algún defecto.
Sin embargo, la violencia sicológica también se puede manifestar a través de amenazas y no se limita relaciones de poder, sino también se puede llevar a cabo entre familiares o en cualquier espacio que conlleve la socialización con otras personas.
Violencia económica
Existen dos esferas en las cuales se puede analizar la violencia económica, una dentro de una escala familiar o laboral y otra a nivel global donde se puede analizar incluso el poder que ejercen países o grupos sobre cierto sector de la sociedad
El premio Nobel de la Paz, Mahatma Gandhi, señalaba que la pobreza es la peor forma de violencia y una forma de analizarlo es justamente con la violencia económica.
“LA POBREZA
— CulturaCCOO (@CulturaCcoo) October 2, 2023
ES LA PEOR FORMA DE VIOLENCIA”
➤ 2 octubre | 154º Aniversario de nacimiento de Mahatma #Gandhi
➤ Pacifista, pensador y abogado hinduista indio
➤ A él debemos el #DíaInternacionalDeLaNoViolencia #DiaDeLaNoViolencia
✔️NO AL OLVIDO #MEMORIA #ComparteCultura pic.twitter.com/KxxGaqithD
Los países donde existe alguna dictadura o viven una guerra, son los más susceptibles a experimentar este tipo de violencia, ya que su gente sufre la depreciación de su moneda, la carestía de los productos básicos y el difícil acceso a bienes o servicios de uso común.
A nivel personal o familiar, la violencia económica también se manifiesta en la negación o restricción de recursos financieros en una relación de pareja, mientras que a nivel laboral se puede generar a través del sabotaje de una carrera profesional o el bloqueo para acceder a un mejor puesto.
Violencia cultural
La violencia cultural va de la mano con la violencia sicológica y económica; sin embargo, su característica principal es por el tipo de víctimas que tiene ya que generalmente se reduce a grupo sociales que históricamente han sido marginados.
Los indígenas de pueblos originarios son uno de los ejemplos más claros de la violencia cultural, pues históricamente han sufrido de discriminación por sus creencias y prácticas culturales, las cuales pueden ser vistas como arcaicas para cierto grupo de personas.
Históricamente el pueblo indígena ha sufrido de la imposición de estereotipos culturales y de una marginación económica que limita sus posibilidades de desarrollo para participar activamente en la vida social de un país.
Actualmente la violencia cultural no solamente se limita a un origen étnico, sino que también tiene que ver con la identidad de género o la orientación sexual de una persona, situación que se manifiesta principalmente a través de la discriminación de personas de la comunidad, LGBTTTIQ+.