La semana pasada el dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Néstor Camarillo, declaró que el tricolor se rehúsa a soltar completamente la candidatura del gobierno estatal al aún presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez. Inclusive, llegó al punto de asegurar que los perfiles del otrora partido hegemónico son tan competitivos como los del PAN para la elección de la capital.
En la alianza del Frente Amplio en Puebla es bien sabido que tanto el PRI como el PAN son los dos partidos más fuertes, pues en términos generales el PRD no cuenta con las bases suficientes; no obstante, en los últimos años el PRI ha perdido gran parte de su fuerza y se ha desvirtuado al punto de que, por primera vez, a nivel nacional no tendrán un candidato presidencial.
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En Puebla, este debilitamiento también se ha notado, pues el PAN ha sido el partido dominante de los últimos años y el PRI está cada vez más reducido, algo que se ve en diferentes instancias. Diputaciones, presidencias municipales, posicionamiento en encuestas y hasta la militancia son muestra de que hoy en día el PRI ha perdido fuerza significativamente.
Por ejemplo, de cara a las elecciones del 2024, los perfiles del PRI son los de peor posicionamiento en la oposición. En la encuesta de ‘Massive Caller’, en la pregunta sobre quién le gustaría a la ciudadanía que fuera el candidato de oposición, la única que figura es la diputada federal Blanca Alcalá Ruiz, en cuarto lugar detrás de Eduardo Rivera Pérez, Ana Teresa Aranda y Javier Lozano Alarcón.
No obstante, su porcentaje de aceptación, de 6.5 %, es menor al de las personas indecisas y a las que preferirían a otros candidatos, con 9 % y 7 %. Por otra parte, en la encuesta de ‘Polls MX’ el tricolor se sitúa en tercer lugar de las preferencias con 8.1 %, menos de la mitad del porcentaje del PAN, de 18.7 %, y aún menos de lo que representa el oficialismo de Morena, que cuenta con 37.5 % de preferencia. Nuevamente Blanca Alcalá figura, esta vez en segundo lugar por encima de las panistas Nadia Navarro y Genoveva Huerta.
Fuera de Blanca Alcalá, ningún otro integrante del PRI se hace presente en las encuestas de los favoritos para arrebatarle la gubernatura a Morena el próximo año. Esta es una tendencia que se ha visto en las últimas elecciones, en las que dicho instituto tampoco ha logrado grandes victorias en los últimos años.
En 2018, en la última jornada electoral cuando se eligió al gobernador del estado, el PRI propuso a Enrique Doger Guerrero, pero este terminó en tercera posición con 555,041 sufragios, detrás de la panista Martha Erika Alonso, quien juntó 1’153,079 votos, y de Miguel Barbosa Huerta con 1’031,043 votos.
En los hechos, quedó más cerca del cuarto sitio Michel Chaín Carrillo del Verde Ecologista, quien sumó 153,456 sufragios. Luego del fallecimiento de Martha Erika en 2018, en las extraordinarias del 2019 el PRI volvió a quedar en tercer sitio, detrás del candidato del PAN, Enrique Cárdenas Sánchez y del ganador de Morena, Miguel Barbosa Huerta.
Este tipo de resultados también se han visto en las elecciones para legisladores, ya que tanto en 2018 como en 2021 el tricolor ha conseguido pocos escaños. En 2018 solo obtuvo cuatro diputaciones, una de mayoría relativa y tres por la vía plurinominal, es decir, únicamente un legislador del PRI ganó una elección. Para el 2021 la situación fue apenas un poco mejor, ya que actualmente cuentan con seis diputados, tres de representación proporcional y tres de mayoría relativa.
La última gran fortaleza del partido es su militancia, ya que según las cifras oficiales actualmente el PRI tiene 40,407 militantes en Puebla, siendo el segundo en el rubro, aunque muy detrás del partido dominante, que es Morena, con más de 150,000 personas afiliadas con corte al 2022.