Existen muchos mitos en torno a las personas que no tienen hermanos, pues socialmente son considerados egoístas, mandones o narcisistas: sin embargo, muchas de estas ideas suelen ser solamente eso, mitos.
Hoy en día es posible ver que muchas personas consideran que tener un hijo único es una postura egoísta por parte de los padres y generalmente se utiliza el argumento de que esto perjudica su desarrollo y los volverá más caprichosos pues todo es para ellos y no tienen que compartirlo con nadie más.
Este tipo de opiniones se da principalmente en familias latinoamericanas, donde hasta hace unos años las familias eran numerosas y tenían en un mismo núcleo más de cuatro hijos, por lo que tener menos de esa cantidad ya era considerado extraño.
Condiciones económicas, sociales, laborales y hasta personales, han hecho que con el paso de los años las familias se vuelvan cada vez más pequeñas, por lo que muchos matrimonios optan por no tener hijos, y en algunos casos solamente acceden a procrear una sola vez.
Los motivos para tomar esta determinación pueden ser muchos y no solamente tienen que ver con lo económicos, sino también con el crecimiento personal o profesional que tienen las parejas y la búsqueda por cambiar ciertos aspectos que hasta hace unos años eran considerados normales.
¿Es cierto que los hijos únicos son egoístas?
Las BBC de Londres publicó en 2019 un reportaje sobre diferentes análisis en niños y adultos que crecieron sin hermanos para comprobar algunos de estos señalamientos hechos por la sociedad general.
Uno de los puntos que se analizó durante esta investigación fue la socialización, ya que el mito señala que los hijos únicos tienen más problemas para convivir con otras personas y se vuelven solitarios.
El estudio aplicado a un grupo de hijos únicos, comparados con hijos nacidos en segunda posición o que tienen al menos un hermano, reveló que en realidad aquellos niños que no cuentan con hermanos tenían el mismo número de amigos que aquellos que sí los tenían.
En este análisis también se hizo una comparativa en la salud mental, ya que esto tiene que ver mucho con la autoestima, problemas de conducta y niveles de convivencia, encontrando que no existía diferencia o un desarrollo de personalidad narcisista en aquellas personas que crecieron sin hermanos.
También se dio a conocer que este tipo de estudios son de percepción y no pueden verse como generalizados; sin embargo, sí se encontró que existe un mayor deseo de aspiración por parte de aquellas personas que son hijos únicos.
Esto quiere decir que estas personas desarrollan una personalidad en la que consideran que deben de esforzarse más por conseguir las cosas y tienen una mejor adaptación ante situaciones adversas que aquellas que tienen hermanos.
La explicación que en su momento dieron los especialistas fue que las personas sin hermanos generan una conciencia de independencia, pues aún desde pequeños saben que en un futuro tendrán que ver por ellos mismos, a diferencia de las personas que tienen al menos a un hermano.
Esto no quiere decir que las personas sin hermanos sean mejores o peores en algunos aspectos, pues el desarrollo de la personalidad tampoco está limitado a una parte u otra, es decir, una persona narcisista desarrollará esta personalidad con o sin hermanos.
Las actitudes egoístas se transmiten directamente desde el entorno de convivencia de los menores, no propiamente de sus hermanos o de la ausencia de ellos, por lo que los padres son los primeros en inculcar ideales como el compartir o socializar, dejando de lado el individualismo o focalizar a las áreas de crecimiento personal.