Cuando se piensa en un corazón roto, probablemente la imaginación lleva a una caricatura de un corazón con una grieta irregular que lo divide en dos. Sin embargo, tener el corazón roto puede llevar problemas cardíacos reales.
Alrededor de 520 millones de personas en el mundo viven con enfermedades cardiovasculares, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). La angina de pecho, la hipertensión arterial o la insuficiencia cardíaca son algunas de las enfermedades más comunes, sin embargo, existe el síndrome del corazón roto.
Cada 29 de septiembre se celebra el Día Mundial del Corazón para con concienciar sobre las enfermedades cardiovasculares, su prevención, control y tratamiento. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo.
El síndrome del corazón roto es una afección cardíaca que generalmente se da por situaciones estresantes y emociones extremas, según explica Mayo Clinic. La afección suele ser temporal, pero algunas personas pueden seguir teniendo malestar después de que el órgano se cura.
Al sufrir del síndrome del corazón roto, las personas sienten un dolor repentino de pecho o incluso, piensan que están teniendo un ataque cardíaco. Este síndrome es peculiar, pues afecta solo una parte del órgano e interrumpe temporalmente la manera en que el corazón bombea sangre, mientras el resto del corazón funciona con normalidad.
Las mujeres son más propensas que los hombres a experimentar este síndrome como consecuencia de un acontecimiento emocionalmente estresante. En ese sentido, el factor desencadenante puede ser desde la muerte de un ser querido, ruptura amorosa, divorcio, traición o rechazo romántico, así como por una sorpresa agradable, por ejemplo, ganar la lotería.
Tanto los síntomas, como los resultados de los exámenes, pueden hacer pensar al médico y al paciente que los dolores de pecho y falta de aire se debe a un ataque cardíaco. Los exámenes muestran cambios significativos en el ritmo y en las sustancias presentes en la sangre, señales típicas de un ataque al corazón. No obstante, a diferencia de un ataque cardíaco, no hay indicios de arterias cardíacas bloqueadas.
Aunque este síndrome puede ser inofensivo, a veces la afección puede causar la muerte. Algunas de las complicaciones que se pueden sufrir son la acumulación de líquido en los pulmones, lo que se llama edema pulmonar, presión arterial baja, arritmia, insuficiencia cardíaca y coágulos sanguíneos.
Si se sufre del síndrome del corazón roto, una parte del órgano se agranda temporalmente y no bombea bien, mientras que el resto funciona con normalidad. Ante su peculiaridad, los investigadores apenas están empezando a aprender las causas y saber cómo diagnosticarlas y tratarlas. (Notipress)