Tras el descubrimiento en el sótano de una vivienda de los cuerpos sin vida y en descomposición de tres recién nacidos, que llevó a la detención de un padre y su hija, Piotr Gierasik, de 54 años, y Paulina Gierasik, de 20, bajo acusaciones de presunto asesinato e incesto en Polonia, vecinos de la localidad polaca de Czerniki, afirman que desde la casa de los detenidos se escuchaban gritos constantemente y se cree que mantuvieron una relación incestuosa por al menos cuatro años.
In Czerniki, northern Poland, Piotr Gierasik, 54, and his daughter, Paulina Gierasik, 20, are facing potential life imprisonment for murder and incest after three deceased newborns were found in the basement of their residence. The remains were discovered wrapped in plastic and… pic.twitter.com/oDVojS4PYs
— FasBytes Horror (@FasbytesHorror) September 18, 2023
Los residentes de Czerniki compartieron sus sospechas sobre la familia con el diario británico Daily Mail, y afirmaron que "siempre sospecharon que algo andaba mal". Uno de los vecinos incluso mencionó que muy seguido escuchaban gritos de niños y que el abuso verbal era impactante.
Los compañeros de trabajo de Paulina, quien trabajaba en una pastelería, alertaron a las autoridades al notar que comenzó a usar ropa holgada tratando de ocultar su embarazo. Después de regresar de vacaciones, notaron un gran cambio en su apariencia física, pues había perdido peso y siempre estaba cansada. Al final descubrieron que Paulina se cubría los pechos con toallas para evitar que la leche materna manchara su ropa, lo que confirmó sus sospechas.
Piotr Gierasik se mudó a Czerniki hace unos 15 años y quedó a cargo de sus hijos después de la muerte de su esposa. Según un vecino, tenía varios hijos, aunque algunos de los mayores abandonaron el hogar.
Piotr, 54, and Paulina Gierasik, 20, were in an allegedly incestous relationship
— MassiVeMaC (@SchengenStory) September 19, 2023
They face life imprisonment for murder and incest, after three bodies were found pic.twitter.com/5nGPZtdeKg
Otro vecino comentó que vivían "como una pareja". Según su testimonio, ella lo llamaba por su nombre de pila, caminaban de la mano y, en los que describen como algo perturbador, el padre llegó a afeitar la cabeza de su hija para evitar que otros chicos la miraran. La joven parecía admirar a su padre de una manera que algunos calificaron de obsesiva.