Al morir se accede a “nuevas dimensiones de la realidad”, asegura estudio

Al morir se accede a “nuevas dimensiones de la realidad”, asegura estudio

Foto: Freepik

Un equipo internacional de investigadores llevó a cabo un estudio sobre las experiencias de algunos pacientes resucitados mediante reanimación cardiopulmonar (RCP). El estudio, que se publicó en la revista Resuscitation y lo dirigió la Escuela Grossman de Medicina de la Universidad de Nueva York, nos dice que algunos pacientes tienen recuerdos vívidos de haber experimentado la muerte, incluso una hora después de que sus corazones se detuvieran. 

 

Los investigadores entrevistaron a pacientes que habían sido sometidos a RCP después de sufrir un paro cardíaco. De los 567 pacientes estudiados, menos del 10 % se recuperaron lo suficiente para recibir el alta, y tan solo 28 de ellos pudieron completar las entrevistas. Sorprendentemente, el 40 % de estos pacientes mostró actividad cerebral que volvía a la normalidad incluso una hora después de que sus corazones dejaran de latir, esta actividad se registró mediante un electroencefalograma (EEG) y mostró picos en las ondas, indicativos de funciones mentales superiores, como la comunicación o la concentración profunda. 

 

Los resultados sugieren que las experiencias cercanas a la muerte podrían ser distintas de alucinaciones, delirios o sueños lúcidos inducidos por la RCP. Los pacientes entrevistados narraron varias categorías recurrentes de experiencias, como la percepción de separación del cuerpo, el reconocimiento de la muerte, la evaluación de sus acciones y la percepción de dirigirse hacia un lugar o regresar al "hogar", incluso mencionaron la decisión de volver a la vida. 

 

El autor principal del estudio, Sam Parnia, afirmó que “la experiencia recordada de la muerte es real” según los marcadores cerebrales revelados por el EEG. Los investigadores creen que antes de la muerte, los sistemas inhibidores se eliminan, lo que permite al cerebro “acceder a nuevas dimensiones de la realidad”, incluyendo recuerdos lúcidos de toda la vida. 

 

Este estudio es considerado el primero a gran escala que demuestra que estos recuerdos y cambios en las ondas cerebrales pueden ser signos de elementos universales y compartidos de las experiencias cercanas a la muerte. 

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