En la era digital actual, el constante uso de dispositivos móviles dio lugar a una ilusión sensorial conocida como el “síndrome de la vibración fantasma”. Este fenómeno neurológico se manifiesta cuando una persona siente que su teléfono está vibrando o sonando, cuando en realidad no lo está.
Las predisposiciones perceptivas juegan un papel fundamental en este fenómeno, ya que nuestras creencias, experiencias pasadas, valores culturales y expectativas individuales pueden influir en cómo percibimos la información sensorial de nuestro entorno.
Existen cuatro posibles combinaciones ante cualquier situación: la percepción de un estímulo cuando este existe, la ausencia de reacción ante la falta de un estímulo, la falta de detección de un estímulo real y la percepción de un estímulo inexistente, que es lo que caracteriza el síndrome de la vibración fantasma.
Los expertos sugieren que este síndrome está relacionado con la ansiedad y la hiperconectividad digital, ya que las personas que lo experimentan casi siempre están bajo altos niveles de estrés o están constantemente pendientes de la comunicación digital. Además, se observó que quienes desarrollan este fenómeno tienden a considerar sus teléfonos como una extensión de su propio cuerpo, similar a cómo alguien que usa lentes puede sentir su presencia incluso cuando no los usa.
Para prevenir este síndrome y mantener un equilibrio saludable se pueden seguir algunas recomendaciones, como establecer periodos de desconexión, desactivar las notificaciones no esenciales, limitar el tiempo en pantalla, crear una rutina digital, practicar la atención plena (mindfulness), guardar el teléfono, establecer horarios para verlo o dedicar tiempo a actividades offline.